En Venezuela, hay una gran diversidad de algas marinas, especialmente en las costas de la isla Cubagua, en el estado Nueva Esparta. Estas algas tienen un importante valor ecológico, económico y cultural, ya que contribuyen a la producción de oxígeno, albergan una variedad de especies marinas, sirven como alimento y materia prima para diferentes industrias y forman parte del patrimonio natural del país.