Las pteridofitas o plantas vasculares sin semilla son un grupo muy diverso que asciende
mundialmente a unas 10.000 especies vivientes, alcanzando una diversidad de
alrededor de 75 por ciento del total en el trópico y subtrópico, especialmente en
América, Madagascar, sureste de Asia y Malasia (Tryon y Tryon 1982, Moran 1995).
Mejor conocidas como helechos, se caracterizan por presentar vasos conductores para
la distribución de agua y nutrientes en sus tejidos, producir esporas y mostrar un ciclo
de vida sexual con dos fases alternantes, el gametofito (o prótalo) y el esporofito
(Mostacero & Smith, 2003). En los ecosistemas de Venezuela, las pteridofitas
desempeñan una importante función en los procesos de colonización y regeneración
de comunidades vegetales, estabilizando el suelo e impidiendo la erosión. También
tienen importancia como materia prima para tintes, fibras, perfumería, medicina,
alimentación y ornato (May 1978) citado por Mostacero & Smith (2003).