Los de agua dulce incluyen los ríos, lagos, lagunas, humedales y pantanos. Estos ecosistemas proveen servicios ambientales esenciales para la vida humana y animal, como la regulación del clima, la producción de oxígeno, la purificación del agua y la pesca. Sin embargo, están amenazados por diversos factores naturales y antrópicos, como el cambio climático, la deforestación, la contaminación, el represamiento y la sobreexplotación. Es necesario proteger y conservar estos ecosistemas para garantizar su sostenibilidad y el equilibrio ecológico.