> Herbazales de Pantano de Rhynchospora gigantea

Vista a: Herbazales de Pantano de Rhynchospora gigantea

Clasificación

Tipo de Ecosistema:
*** Herbazales ***
Fauna:
La fauna deltaica es diversa, si se agrupan en dos áreas faunísticas, acuáticas o semiacuáticas y terrestres. La primera incluye la fauna de los caños, manglares, pantanos, lagunas, palmares y otras áreas cenagosas. Entre los mamíferos, se encuentran la tonina (Inia geoffrensisi), el manatí (Trichechus manatus), la nutria (Pteroneura brasiliensis), el chigüire (Hydrochæris hydrochæris), el picure (Dasyprocta sp.) y el murciélago pescador (Noctilio leporinus). La avifauna está ampliamente representada, cotúa agujita (Amhinga antringa), garza morena (Ardea cocoi), corocora (Eudocimus ruber), martín pescador (Ceryle torguata), gavilán manglero (Batogallo æquinoctialis) y garza paleta (Ajaja ajaja). Numerosos reptiles: anaconda (Eunectes marinus), baba (Caiman cocodrilus) y la tragavenado (Boa constrictor). Existe una abundante fauna piscícola que hace de la pesca un recurso importante (González, 2003).
Flora:
Los herbazales de pantano de la Cyperaceae Rhynchospora gigantea, pueden alcanzar una lámina de agua cercana a los 110 cm durante los meses más lluviosos del año. Al igual que el herbazal de pantano dominado por L. guianensis, florísticamente es poco diverso y sólo aparecen en muy baja densidad, las hierbas Poligonum acuminatum, Ludwigia torulosa y la gramínea Sacciolepis striata. El único elemento arbóreo presente en este tipo de herbazal está constituido por individuos adultos de la palma Mauritia flexuosa en muy baja densidad (de 10 a 15 individuos por hectárea), con una altura no mayor de 12 m (González, 2013).
Clíma:
*** Sub húmedo ***
Clima macrotérmico (> 24°C) propias de las zonas húmedas que están sometidas a regímenes de inundación temporal o permanente.
Geología:
*** Sedimentarias ***
El sustrato edáfico es de carácter orgánico y constituido por una turba oligotrófica poco descompuesta en el primer metro de profundidad cuya clasificación taxonómica lo ubica dentro de los Tropohemists. En algunas localidades de la Planicie Cenagosa Nororiental, este tipo de comunidad puede estar asociado a suelos minerales, en esos casos el herbazal presenta una diversidad de especies relativamente mayor (González, 2013).
Hidrografía:
*** Ríos, Humedal, Pantano ***
Estado de conservación:
Nombres comunes:
*** Herbazales de Pantano ***

Información

Descripción:
Esta comunidad ocupa áreas bien definidas y de considerable extensión en zonas adyacentes al Caño La Brea, en el cual pueden alcanzar una lámina de agua cercana a los 110 cm, durante los meses más lluviosos del año. Desde el punto de vista florístico, es poco diversa y sólo aparecen, en muy baja densidad, las hierbas Poligonum acuminatum, Ludwigia torulosa y la gramínea Sacciolepis striata. Individuos aislados de la palma M. flexuosa conforman el único elemento arbóreo presente en este tipo de herbazal. El sustrato edáfico es de carácter orgánico, constituido por una turba oligotrófica, poco descompuesta en el primer metro de profundidad, cuya clasificación taxonómica lo ubica dentro de los Tropohemists (González, 2003).
Distribución:
Este tipo de herbazal ocupa áreas bien definidas y de considerable extensión en zonas adyacentes al Caño La Brea. Este caño es uno de los principales ejes de drenaje de la región natural conocida como la Planicie Cenagosa Nororiental y por su posición más baja en el tipo de paisaje que ocupa y ausencia de albardones de marea. Estas comunidades ocupan extensiones importantes en las planicies de turba de toda la región Deltaica particularmente en el Delta inferior (González, 2013).
Situación:
Para 2010 la superficie estimada de herbazal de pantano es superior a la encontrada en 1988. Si se considera la superficie de los herbazales de pantano a nivel nacional, ellos califican en Preocupación Menor (LC). Desde el punto de vista de su integridad ecosistémica, aun cuando el nivel de intervención aumentó 10 veces con respecto a 1988, se mantiene bajo la misma categoría (Rodíguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Amenazas:
La forma arquitectónica graminoide de las distintas especies de ciperáceas que constituyen dichas comunidades, la continuidad espacial de los individuos que las conforman y la acumulación por senescencia de la biomasa aérea seca en pie en cada uno de éstos, favorece la propagación del fuego durante los pocos meses de sequía (González, 2013). El origen de los incendios de los herbazales en la mayor parte de los casos es de naturaleza antrópica. Son provocados por los Waraos para facilitar su paso a las comunidades de Morichal para la recolección de los frutos de dicha palma, para la extracción de almidón de los troncos de los individuos adultos y la adquisición de juveniles de distintas especies de aves, principalmente de la familia de los Psitacidos, que anidan en huecos de los troncos de los moriches adultos (González, 2013). No se descarta que el fuego pueda ser originado por fenómenos de combustión espontánea asociada a los sustratos orgánicos (turba) y por efecto de la concentración de la radiación solar en la biomasa seca de ciperáceas causada por botellas y fragmentos de vidrio provenientes de la Isla de Trinidad que se acumulan en la costa del Delta por la acción de las corrientes marinas (Lugo 1995; Tenuissen 1993, citado por (González, 2013)). Independientemente de su origen, el fuego constituye una variable importante en el dinamismo de la vegetación Deltaica en particular, facilita la expansión de los herbazales a costa del retroceso gradual de las comunidades de morichal denso que limitan con los herbazales y reciben directamente la acción del fuego (González, 2013). Una de las principales amenazas en el oriente del país, es la quema frecuente para la extracción de fauna y, en algunos casos para el clareo del área con el fin de facilitar el acceso a especies vegetales de interés comercial. Adicionalmente, la exploración y la realización de actividades conexas con la industria petrolera se mantienen como una amenaza para todas las comunidades de esta región del país. (Rodíguez, Rojas & Giraldo, 2010). Los suelos propios del delta del Orinoco y sus áreas cercanas, son altamente sensibles a los cambios de las condiciones naturales (régimen hídrico y de oxido-reducción). Cualquier fluctuación que en ellos se registre puede generar alteraciones en la salinidad, la oxigenación y el pH, traduciéndose en perjuicios directos sobre éstas y todas las formaciones vegetales del delta y sus alrededores (González 2004, Monente & Colonnello 2004) citado por (Rodíguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Conservación:
Las distintas unidades de vegetación presentes en el Delta del Orinoco se pueden considerar a su vez como distintos tipos de humedales tanto arbóreos como herbáceo-graminoides. Sobre esta consideración se puede argumentar que por su posición transicional entre los ecosistemas terrestres y marinos, los humedales del Delta del Orinoco desempeñan importantes funciones relacionadas con los ciclos de nutrientes e hidrológicos (González, 2013). De la superficie de los herbazales de pantano, 41% se encuentra en áreas protegidas de conservación y un 28% adicional en áreas protegidas con fines de manejo. Los parques nacionales que albergan los herbazales de pantano son Turuépano, Delta del Orinoco y Ciénagas de Juan Manuel. La inclusión de los herbazales de pantano en parques nacionales no ha evitado, en el caso del oriente del país, las recurrentes quemas que suelen hacer los warao, la etnia local (Rodíguez, Rojas & Giraldo, 2010).
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