> Bosque de Pantano


Clasificación

Tipo de Ecosistema:
*** Bosque ***
Fauna:
La fauna deltaica es diversa, si se agrupan en dos áreas faunísticas, acuáticas o semiacuáticas y terrestres. La primera incluye la fauna de los caños, manglares, pantanos, lagunas, palmares y otras áreas cenagosas. Entre los mamíferos, se encuentran la tonina (Inia geoffrensisi), el manatí (Trichechus manatus), la nutria (Pteroneura brasiliensis), el chigüire (Hydrochæris hydrochæris), el picure (Dasyprocta sp.) y el murciélago pescador (Noctilio leporinus). La avifauna está ampliamente representada, cotúa agujita (Amhinga antringa), garza morena (Ardea cocoi), corocora (Eudocimus ruber), martín pescador (Ceryle torguata), gavilán manglero (Batogallo æquinoctialis) y garza paleta (Ajaja ajaja). Numerosos reptiles: anaconda (Eunectes marinus), baba (Caiman cocodrilus) y la tragavenado (Boa constrictor). Existe una abundante fauna piscícola que hace de la pesca un recurso importante. En el área terrestre abundan los mamíferos, aves, reptiles, insectos y otros invertebrados (González, 2003).
Flora:
Bajo esta denominación se engloban comunidades boscosas que se caracterizan por presentar suelos permanentemente saturados de agua, o al menos con un nivel freático muy cercano a la superficie, aun durante el final de la época de sequía, y una estructura con especies arbóreas características de estas comunidades, como Symphonia globulifera y Pterocarpus officinalis, además de un alto componente de individuos de distintas especies de palmas (Beard 1944, 1955, Fanshawe 1952, Lindeman 1953, Lindeman y Moolenaar 1959). En estos bosques de pantano pueden distinguirse diferentes tipos fisonómicos, los cuales se indican como Bosque ralo de un sólo estrato arbóreo, Bosque medio a bajo denso, Bosque sobre planicies de turba, Bosque medio ralo con la presencia de distintas especies de mangle, Bosques sobre suelos minerales (González, 2003).
Clíma:
*** Subhumedo cálido ***
El clima de la región deltaica es, predominantemente, húmedo-tropical con temperaturas medias anuales cercanas a los 26°C. Con relación a las lluvias, existe un gradiente de incremento en la precipitación en el sentido este-oeste con valores por encima de 2.500 mm, en localidades, como San José de Amacuro y Curiapo. Sólo en el sector donde se ubica el delta superior, se presenta un clima con un período de sequía definido durante el invierno climático (enero a abril) y un total de lluvia cercano a los 1.600 mm (González, 2003).
Geología:
*** Sedimentarias ***
La presencia permanente de una lámina de agua, de profundidad variable, y la ausencia de eventos sedimentológicos importantes, condicionan la acumulación de un sustrato orgánico con muy bajos niveles de nutrientes, poco consolidado y, generalmente, con la presencia de pirita que ubica estos suelos en el grupo de los Sulfihemists, suelos hipóxicos o saturados. (González, 2003).
Hidrografía:
*** Ríos, Humedal, Pantano ***
Estado de conservación:
p
Nombres comunes:
*** Bosque de Pantano ***

Información

Descripción:
En Venezuela se caracterizan por la presencia de un estrato arbóreo superior constituido por individuos de gran porte, que pueden alcanzar hasta 25 m de altura. Predominan algunos árboles como Symphonia globulifera y Pterocarpus officinalis (sangre de drago) y varias especies de palmas. El árbol Pterocarpus officinalis puede llegar a formar comunidades monoespecíficas (González 2004, Colonnello et al. 2009, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). Lo conforman dos grandes grupos: 1) los asociados a suelos minerales, ubicados preferentemente a orillas de los caños, sujetos a inundación temporal, y son predominantes en el delta medio del río Orinoco, y 2) los presentes sobre planos de turba, ubicados en las partes más alejadas de los caños, en cubetas y depresiones, sujetos a inundación o anegamiento permanente, se presentan en el delta inferior del río Orinoco y otras áreas de condiciones similares (González 2004, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). En estos últimos, es frecuente que la composición química de los suelos evite que la hojarasca se descomponga completamente, lo que con el tiempo crea una gruesa capa de turba, rica en ácido húmico (González 2004, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Distribución:
Como lo indica Rodríguez, Rojas & Giraldo, (2010), en cuanto a los bosques de pantano de Venezuela, ocupan una gran extensión en el delta medio e inferior del río Orinoco, así como al sur de Paria y en el delta de los ríos San Juan y Guarapiche. Se observan también al sur del lago de Maracaibo, en las ciénagas de Juan Manuel. Así mismo, existen parches de menor tamaño en otras regiones del país.
Situación:
Desde el sur de Paria hasta el delta del Orinoco, los bosques de palmas y de pantano se encuentran entremezclados, conformando un verdadero mosaico. La superficie que ocupan en conjunto alcanza 2,5% del territorio nacional, lo que representa una diferencia de 0,1% con respecto a 1988. Este cambio es producto de la redefinición de límites de las formaciones, así como del reconocimiento de unidades no incorporadas en 1988. Por ejemplo, para 2010 se identifican nuevas unidades de bosque de pantano en las ciénagas de Juan Manuel (estado Zulia), que ya habían sido señaladas por Steyermark (1977), y un bosque de palmas en el estado Bolívar, previamente referido por Huber (1995a). Otro cambio interesante es el aumento en la superficie de bosques de palmas y de pantano con intervención, la cual pasó de aproximadamente 690 km2 en 1988, a 1.420 km2 en 2010, lo que arroja un incremento de 100% (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). A nivel nacional, los bosques de pantano se clasifican en Preocupación Menor (LC), pero a nivel estadal los bosques de pantano se clasifican como Vulnerable (VU) en Sucre y Monagas, Casi Amenazado (NT) en Zulia y Preocupación Menor (LC) en Delta Amacuro, todos según el criterio C2, (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Amenazas:
Estos bosques estan amenazados por las actividades agropecuarias, la extracción de especies para su comercialización, la explotación de la madera y la construcción de diques y obras de drenaje. Incluso para bosques como el de las ciénagas de Juan Manuel, mayormente incluido en un parque nacional, hay una presión de transformación detectable. En los estados Sucre, Monagas y Delta de Amacuro están amenazados principalmente por las actividades forestales, la extracción de especies de flora como el palmito y el moriche, y la quema para la cacería de fauna, así como por las actividades asociadas a la exploración y explotación petrolera (Steyermark 1977, Gonzalez 2004, Colonnello et al. 2009, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010 ). La principal intervención en el delta del Orinoco ha sido el control impuesto a uno de sus distribuidores, el caño Mánamo, con el objetivo de desecar las tierras con fines agrícolas, lo que afectó aproximadamente un tercio del delta (García Castro & Heinen 1999, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). El dragado casi permanente al que son sometidas ciertas secciones de Río Grande para facilitar la navegación de buques hasta Ciudad Guayana, también está generando impactos importantes en la región (Monente & Colonnello 2004, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Conservación:
En el caso de los bosques de pantano, 34% (5.957 km2) está en áreas protegidas con fines de conservación y 49% en áreas destinadas a usos posteriores, incluyendo reservas forestales. En conjunto, los bosques de palmas y de pantano de la planicie deltaica del Orinoco están asociados a 15 áreas protegidas, incluyendo parques nacionales como Delta del Orinoco y Turuépano, la reserva de biósfera Delta del Orinoco y reservas forestales como Guarapiche, entre otras (Colonnello 2004, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). El bosque de pantano asociado al Catatumbo es considerado una de las ecorregiones más amenazadas del país (Dinerstein et al. 1995, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). Es el relicto de una superficie boscosa mayor eliminada antes de 1988. Se estima que entre 1975 y 1980 el sur del lago de Maracaibo perdió 90% de sus bosques, una situación especialmente preocupante ya que se trata de un refugio del Cuaternario con una alta riqueza vegetal y varias especies endémicas, y que aporta 60% del agua dulce del lago de Maracaibo (Steyermark 1979, Bevilacqua et al. 2002, Llamozas et al. 2003, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). La cuenca del río Catatumbo es compartida con Colombia y es también afectada por los conflictos armados que tienen lugar en el vecino país, problemática que se potencia con la explotación petrolera y la minería de carbón a cielo abierto. En tiempos recientes, los oleoductos en la zona han sufrido atentados con consecuentes derrames de hidrocarburos. Entre las principales amenazas reconocidas para este bosque, ya en 1977 figuraban la extracción maderera y la construcción de obras de drenaje (Steyermark 1977, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). No obstante, la mayor porción de la extensión remanente está incluida en el Parque Nacional Ciénagas de Juan Manuel y en la Reserva de Fauna Ciénagas de Juan Manuel, de Aguas Blancas y Aguas Negras, por lo que su persistencia futura podría estar resguardada (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
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