Los bosques de manglares son formaciones intermareales marinas y estuarinas, que pueden desarrollarse tanto a orillas del mar como en ambientes fluviales a decenas de kilómetros río arriba. Las especies que los conforman alcanzan alturas de 3-40 m y tienen la capacidad de vivir en ambientes salinos y salobres, con tolerancia a sumersiones periódicas y sobre suelos poco desarrollados (Conde & Alarcón 1993, Conde & Carmona-Suárez 2003, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). Se caracterizan por presentar similares atributos morfológicos y fisiológicos que les permite tolerar ambientes salobres, mal drenados y por consiguiente hipóxicos, en áreas sujetas a cambios relativamente rápidos en el ambiente geomorfológico (González, 2013).
Bosques Semideciduos
Son bosques donde las especies arbóreas dominantes pierden entre 25% y 75% del follaje durante la época de sequía. Presentan dos o tres estratos arbóreos y con individuos que pueden alcanzar hasta 35 m de altura, con abundancia de lianas y epífitas. En cuanto a su ubicación altitudinal, es posible encontrarlos tanto en tierras bajas en la depresión del lago de Maracaibo como en los Llanos occidentales, y hasta a 1.200 m en las cordilleras de los Andes y de la Costa (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Bosques Deciduos
Este bosque deciduo presenta un sólo estrato arbóreo relativamente continuo, aunque en condiciones más favorables de humedad puede presentar 2 estratos, alcanzando alturas cercanas a los 20 m o más. La sequía es el factor determinante de que el 90% de las especies pierdan sus hojas por un tiempo prolongado, lo que le imprime un típico color grisáceo cuando se observa desde puntos distantes. (González, 2013)
Bosques nublados
Son bosques montanos tropicales nublados con una flora y una estructura particular, de 3 a 4 estratos, y con abundantes epifitas de musgos, helechos, bromelias y orquídeas sobre las ramas y helechos arborescentes en el sotobosque, presentes en una franja altitudinal donde el ambiente atmosférico está caracterizado por una cobertura de nubes persistentes, frecuentes o estacionales, es decir, la principal característica que define a estos bosques es la presencia de neblina o nubes durante gran parte del año (González, 2013).