Existen individuos de hasta 20 m de longitud y pesos de hasta 45 toneladas. Las crías al nacer miden 4 a 5 metros. El rorcual norteño se asemeja al rorcual de Bryde. En el mar, la distinción más fiable es la secuencia de zambullida. Tiene un cuerpo relativamente delgado, de color gris oscuro en el dorso y gris claro a blanco en el vientre. El dorso presenta habitualmente cicatrices blancas, que se cree son causadas por tiburones. La aleta dorsal está un poco más adelante que en la mayoría de los rorcuales, pero igualmente en la mitad posterior del dorso, la mencionan como “muy curvada”. La cola es gruesa y la aleta caudal pequeña en relación con el cuerpo. Los rorcuales norteños se mueven solos o en grupos pequeños. Los grupos grandes han sido avistados muy ocasionalmente en bancos de alimentación abundante. La secuencia de zambullida es más regular que otros rorcuales. El soplido dura 40 a 60 segundos, seguido por una profunda zambullida de cinco a quince minutos. Entre zambullidas permanecen cerca de la superficie y es visible en aguas claras y calmas. Es uno de los nadadores más rápidos de todos los cetáceos, ya que puede alcanzar velocidades de hasta 47 km./h en distancias cortas.
El Rorcual Sei habita en todo el mundo en una banda entre los 60° S y los 60° N. Prefieren las aguas profundas. Difieren de otros rorcuales en la imposibilidad de prever sus movimientos migratorios, ya que no frecuentan los mismos sitios año a año. Migran anualmente desde las aguas frías subpolares en verano a aguas tropicales en invierno. La población total se cree que no es mayor a 50.000 o 60.000 ejemplares, de los cuales cerca de 10 000 habitan los alrededores de Islandia. Sin embargo esta especie ha sido observada en San Juan de Las Galdonas en el Edo. Sucre; en Punta Ballena y en el islote Farallón Blanco en la Isla de Margarita, Edo. Nueva Esparta.
En 1976 se la declaró especie protegida por la Comisión ballenera internacional. Desde esa fecha, han venido siendo capturadas únicamente por balleneros de Islandia y Japón aduciendo fines científicos. En la actualidad, los japoneses capturan aproximadamente 50 ejemplares anuales, analizando la alimentación del animal y cómo esta influye en los bancos de pesca. Las organizaciones ambientales se oponen a la necesidad de esta investigación, teniendo en cuenta que se conoce que el rorcual sei se alimenta de pequeños peces, calamares y plancton que no constituyen directamente alimento humano.
Con el advenimiento de grandes y rápidos barcos balleneros, estos rorcuales fueron cazadas en abundancia, especialmente en la Antártida. Alrededor de 200.000 ejemplares (la WWF reporta exactamente 203.588) fueron capturados en el siglo XX, lo que representó el 80% de la población de la especie.
Su situación de conservación es En peligro