Attalea funifera Mart. ex Spreng
Palma solitaria, Inerme, Tronco aérea alto, generalmente de 2 a 20 m de alto, a veces casi acaule, por 20 a 30 cm de grosor. Hoja pinnadas, erectas, o ligeramente arqueadas en el ápice, de 5 a 15, con peciolos largos; vaina y peciolo con fibras largas; foliolos irregularmente agrupados e insertos en diferentes planos, inflorescencias axilares, péndulas; pedúnculos largos. flores monoicas; flores masculinas con pétalos aplastados; estambres 6, erectos. Frutos ovoides a elípticos, tomentosos, de 10 a 15 cm de largo por 3 a 9 cm de ancho; endocarpio fibroso; semillas de 1 a 3
Nativa de la Costa Atlántica de Brasil, crece en los bosques húmedos, cálidos y restringas, cerca del mar o en terrenos arenosos de baja altitudes entre los 0 y 50 m.
En Venezuela se la puede ver cultivadas en parques y jardines.
Palma muy ornamental para ambientes abiertos como parques y jardines grandes. Las hojas son utilizadas para la construcción de techos de bohío cercanos a la costas y poseen fibras de alta calidad. Los frutos contienen semillas comestibles (Voeks 1993).
Su fibra ha sido un producto comercialmente importante desde el siglo XVI, para cuerdas de ancla y más tarde en la fabricación de escobas y cepillos. Los métodos de cosecha destructivos durante el período imperial de Brasil resultaron en la casi extirpación de la especie. Los métodos de extracción destructivos implicaban talar el árbol entero y se registró que aproximadamente el 5% de toda la población de piasavas era destruida anualmente (Webering 1937). En la década de 1890, la piasava estaba extinta comercialmente como producto de exportación.