Disco muy achatado, romboidal, más ancho que largo; el tronco del cuerpo ancho, deprimido y grueso; la cabeza angosta, notoriamente elevada del disco, proyectada hacia adelante; los bordes anteriores de las pectorales se unen con la cabeza debajo los ojos, sin crestas debajo de los ojos conectadas al disco; los ojos y espiráculos a los lados de la cabeza; la boca es recta a arqueada, con papilas carnosas en el piso; la solapa entre las narinas con una muesca profunda en forma de V; los dientes en una sola fila en cada mandíbula, la placa dental superior mucho más ancha que larga, la placa inferior más larga que ancha, con dientes en forma de un chevron; la cola en forma de látigo, usualmente más larga que el disco, con 1 o más espinas venenosas arriba de la parte trasera de la cola; sin aleta caudal; una pequeña aleta dorsal en la base de la cola, su origen muy delante de las puntas libres posteriores de las aletas pélvicas; cola larga y delgada, con 2-6 espinas.
Parte superior de la cabeza y del cuerpo: negra, con combinaciones de numerosas manchas blancas sólidas, pequeños anillos blancos y pequeñas rayas blancas; superficie inferior: blanca, a veces el cuarto exterior de las pectorales gris.
La raya águila de puntos blancos se encuentra en el océano Atlántico. En el centro-oeste y suroeste del Atlántico, su distribución va desde el cabo Hatteras, Carolina del Norte, EE. UU., hasta Río de Janeiro, Brasil, incluido el golfo de México, las Bahamas y las islas del Caribe (Last et al. 2016, Sales et al. 2019). En el centro-este y sureste del Atlántico, se cree que esta especie se distribuye desde Mauritania hasta el sur de Angola y posiblemente Sudáfrica (Sales et al. 2019, Fricke et al. 2020).
Los datos de tendencias poblacionales de la raya águila de puntos blancos están disponibles en Belice a partir de videos submarinos remotos con carnada (BRUV) (G. Clementi y D. Chapman, datos no publicados 2019) y un estudio en México (J-C. Pérez Jiménez, datos no publicados 2019). Los datos de tendencias se analizaron a lo largo de tres generaciones utilizando un marco de estado-espacio bayesiano (Sherley et al. 2020, Winker et al. 2020). Este análisis produce una tasa anual de cambio, un cambio medio a lo largo de tres generaciones y la probabilidad del cambio porcentual más probable de la categoría de la Lista Roja de la UICN a lo largo de tres generaciones.
Las rayas águila de puntos blancos se encuentran en aguas costeras donde la presión pesquera es considerable en partes de su área de distribución, en particular en el Golfo de México, el Mar Caribe y el Océano Atlántico centro-oriental y sudoriental a lo largo de la costa de África. La especie a menudo ingresa a aguas estuarinas donde la presión pesquera es alta. El comportamiento natatorio de esta especie la hace susceptible a una variedad de artes de pesca en toda la columna de agua, especialmente la pesca costera con redes de enmalle, que es intensiva en la mayor parte de su área de distribución. Esta especie se captura en pesquerías artesanales con redes de enmalle y en pesquerías industriales de arrastre de camarón.
Las pesquerías que capturan la raya águila de puntos blancos generalmente no están gestionadas en grandes partes del área de distribución de la especie y es probable que no disminuyan en estas regiones en el futuro cercano. Aunque algunos países, como Cuba, han adoptado Planes de Acción Nacionales para conservar tiburones y rayas y gestionar sus pesquerías para la sostenibilidad. El desarrollo e implementación de planes de gestión (locales, regionales, nacionales y/o internacionales, por ejemplo, en virtud del Plan de Acción Internacional de la FAO para la Conservación y Ordenación de los Tiburones [PAI-Tiburones]) son herramientas importantes para la conservación de especies de elasmobranquios. Anon. (2004) actualizó el progreso realizado hacia el desarrollo e implementación de Planes de Acción Nacionales para países en todo el área de distribución de la raya águila de puntos blancos; sin embargo, para 2011, solo 13 de las 20 principales naciones pesqueras de tiburones habían completado e implementado PAN para elasmobranquios (Dulvy et al. 2017).