Cuerpo relativamente alargado, altura del cuerpo en el origen de la aleta dorsal, 17-23% de la LE; cabeza más ancha que alta al nivel del final del opérculo; cima de la cabeza aplanada; con párpado adiposo cubriendo casi todo el ojo; boca pequeña, terminal; labios delgados, un bulto prominente al frente de los labios inferiores; dientes del labio superior diminutos, los de la fila exterior agrupados, de una una sola punta, 1-6 filas interiores de dientes con dos puntas; dos aletas dorsales cortas bien separadas; IV + I, 8, origen de la 2da detrás y separado del origen de la aleta anal por 1/4-1/3 el largo de la base de la anal; aleta anal III, 8; II, i8 en juvenil; pectorales altas en el cuerpo, es 1er radio duro, ii, 14-17, sin llegar al nivel del origen de la primera dorsal; 29-34 (29-39) escamas en serie lateral del borde superior de la base pectoral hasta la base caudal; segunda dorsal y anal con pequeñas escamas, en la parte anterior de la base y con una sola fila (a veces incompleta) en la parte posterior; sin línea lateral.
Oscuro azuloso arriba, plateado debajo; con varias rayas oscuras tenues a lo largo de los flancos.
Esta especie se distribuye en el Atlántico occidental desde el sureste de Florida, Bermudas, Bahamas, en el Golfo de México desde el noroeste de Cuba y los Cayos de Florida hacia el norte hasta Tampa (Florida) y a lo largo de la costa del Golfo de México desde Laguna Madre hasta Campeche, en todo el Mar Caribe (excepto las Islas Caimán), y a lo largo de la costa sudamericana hasta el Golfo Nuevo, Argentina (Menezes 2003, H. Espinosa-Pérez, M. Vegas-Cendejas y R. Robertson, comunicación personal, 2014). Los registros al norte de la Bahía de Tampa en el Golfo de México se consideran huérfanos (H. Jelks, comunicación personal, 2014).
La información sobre la población está disponible principalmente para la parte sur de la distribución de la especie (sur de Brasil y Argentina), que representa el área de mayor abundancia de la especie. Los peces maduros han sido el objetivo de la pesca artesanal en el sur de Brasil durante su migración de desove durante más de un siglo, y la pesca industrial con redes de cerco comenzó a principios de la década de 2000.
Esta especie está amenazada por la sobreexplotación en las zonas donde se encuentra frente a la costa sur de Brasil. La zona entre Río de Janeiro y Golfo Nuevo, donde se encuentran las pesquerías importantes de Brasil y Argentina, comprende aproximadamente el 12% de su área de distribución total. Desde el año 2000, el esfuerzo dirigido ha aumentado debido a la expansión de las flotas de cerco industriales, especialmente en 2008, cuando la especie ascendió al quinto puesto entre las especies más capturadas en Brasil. El desarrollo de un nuevo mercado para las huevas de pescado ha convertido a esta especie en un objetivo principal durante la última década. Además, los cerqueros de sardinas han sido desplazados debido a la disminución de las poblaciones de sardinas y han pasado a centrarse en la lisa (Garbin et al. 2014). Es probable que esta amenaza continúe a menos que se implementen medidas de gestión.
La Ordenanza nº08/03-N, de 20/03/2003, estableció un tamaño mínimo de captura de 40 cm en el sur de Brasil. La Instrucción Normativa nº 171 del IBAMA (09/05/2008) reguló la pesca de lisa estableciendo un período de veda para la pesca entre el 01 de enero y el 14 de mayo en todos los sistemas de estuarios-lagunas a lo largo de la costa sur y sur de Brasil. También limitó el esfuerzo pesquero de los arrastreros en pareja a 60 embarcaciones, estableció un período de veda para la pesca entre el 01 de mayo y el 30 de julio a lo largo de la costa de Santa Catarina a menos de una milla náutica de las playas autorizadas para la pesca con red de playa con canoa y a menos de 300 m de las costas rocosas. La Instrucción Normativa nº3 del MMA/SEAP, de 09/02/2004, estableció un período de veda para la pesca entre el 01 de julio y el 31 de septiembre en Lagoa dos Patos (RS). La Instrucción Interministerial brasileña (MPA/MMA No. 7 de 2011) prohibió el desembarque de huevas de M. liza sin sus respectivos cadáveres (Lemos et al. 2011). Existe una necesidad urgente de un plan de gestión formal, monitoreo de los desembarques y estandarización de las estadísticas de captura por esfuerzo. Establecer una temporada de veda de mayo a agosto y exigir un tamaño mínimo de captura de 35 cm LT mejoraría la conservación de la población (Albieri y Araujo 2010). No existen medidas de conservación específicas para la especie en el Golfo de México.