Cuerpo romboidal, comprimido, perfil ventral de la cabeza distintivamente cóncavo; la boca muy protráctil, dirigida hacia abajo cuando está extendida; mandíbulas con dientes diminutos en forma de cepillo; dientes en la garganta, puntiagudos; márgen del preopérculo aserrado; hueso preorbital debajo del ojo liso; 16-18 branquiespinas inferiores; radios dorsales IX, 10, la parte espinosa alta, 2da espina más larga que la distancia entre la punta del hocico y la parte posterior del ojo; aleta anal II, 9, segunda espina larga y robusta, pero más corta que la base de la aleta; aletas pectorales relativamente largas, llegando poco más allá del origen de la anal; aleta caudal muy ahorquillada; escamas grandes, conspícuas y finamente rugosas, cubriendo casi toda la cabeza y el cuerpo; aletas dorsal y anal plegadas en una vaina escamosa alta, a lo largo de sus bases.
Cuerpo plateado, aletas pélvicas y anal amarillentas; borde de la dorsal espinosa oscura.
Diapterus rhombeus se distribuye en el Atlántico occidental desde el sureste de Florida hasta el Golfo de México desde Mulberry Island, Luisiana a lo largo del norte de Yucatán hasta el noroeste de Cuba (al menos un registro frente a Sanibel, Florida), en todo el Mar Caribe excepto en las Islas Caimán, y a lo largo de la costa de América Central y del Sur desde Quintana Roo, México hasta Santa Catarina, Brasil (McEachran y Fechhelm 2005, R. Robertson com. pers. 2014).
Esta especie se considera rara en la parte norte de su área de distribución. En un estudio realizado entre 2002 y 2009 en Manche-a-Eau, una pequeña laguna del archipiélago de Guadalupe (Antillas Francesas), fue una de las seis especies dominantes recolectadas (Bouchereau et al. 2012). También es una especie dominante en las marismas de la bahía de Sepetiba frente al sureste de Brasil (estado de Río de Janeiro) (Pessanha y Araújo 2013).
No se conocen amenazas importantes. Su hábitat está experimentando cambios ambientales, incluido un aumento de la influencia marina, un aumento de la turbidez y una disminución global de la profundidad. Se cree que estos cambios se atribuyen a la rápida urbanización (Villeger et al. 2010). También puede verse amenazado por la contaminación debida a la pesca artesanal y comercial que deposita una variedad de desechos marinos plásticos, algunos de los cuales pueden ser fácilmente ingeridos por los peces (Ramos et al. 2012).
No existen medidas de conservación específicas para cada especie.