Se caracteriza por su hocico estrecho y largo, sin protuberancias óseas destacadas. Su coloración es generalmente gris oamarillento con manchas negras dispuestas diagonalmente y vientre es blanco lechoso. Es el representante más grande del género Crocodylus en todo el Neotrópico y uno de los más grandes del mundo. La talla máxima reportada para los machos está cercana a los 6-7 m pero individuos con estas tallas son difíciles de observar en la actualidad.
Si distribución histórica se extendía a lo largo de toda la cuenca del Orinoco (Venezuela-Colombia). Actualmente sólo se encuentran pequeñas subpoblaciones aisladas. Las más importantes en Venezuela se encuentran en el Río Capanaparo (PN Santos Luzardo), El RSF Caño Guaritico y en el Sistema del Río Cojedes. En colombia se limita a los ríos Guaviare, Casanare, Meta y Vichada.
El cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius) es una especie en peligro crítico de extinción, lo que significa que se enfrenta a un riesgo muy alto de extinción en estado salvaje.
Las principales amenazas para el cocodrilo del Orinoco son:
Pérdida de hábitat: El cocodrilo del Orinoco se encuentra en la cuenca del río Orinoco, que es una región que está experimentando una rápida deforestación. Esto se debe a una serie de factores, incluida la expansión agrícola, la minería y la extracción de petróleo.
Caza: El cocodrilo del Orinoco ha sido cazado por su carne, piel y huevos. La caza sigue siendo una gran amenaza para la especie, a pesar de ser ilegal tanto en Venezuela como en Colombia.
El comercio de mascotas: El cocodrilo del Orinoco también está amenazado por el comercio de mascotas. Los cocodrilos a menudo se capturan en la naturaleza y se venden como mascotas. Este es un problema importante, ya que elimina individuos de la población salvaje y también puede provocar lesiones o la muerte de los animales.
A pesar de más de 30 años de esfuerzos en Venezuela para su recupeación la especie aún se mantiene en condición de “PELIGRO CRÍTICO”, aunque ultimamente se ha observado una tendencia a la estabilidad de la población del río Capanaparo. No obstante la población del Sistema Sarare-Cojedes ha presentado una declinación grave en los últimos años. En Colombia recientemente se han iniciado programas de conservación de la espeice, impedidos durante muchos años por la situación de violencia política en ese país.
Se están llevando a cabo una serie de esfuerzos de conservación para proteger al cocodrilo del Orinoco (Crocodylus intermedius), una especie en peligro crítico de extinción. Estos esfuerzos incluyen:
Creación de áreas protegidas: Las áreas protegidas pueden ayudar a proteger el hábitat del cocodrilo del Orinoco y reducir las amenazas de la caza y el comercio de mascotas. Algunas de las áreas protegidas donde se encuentra el cocodrilo del Orinoco incluyen el Parque Nacional Cinaruco-Amanavén en Venezuela, el Parque Nacional El Tuparro en Colombia y el Parque Nacional Parguaza en Venezuela.