Arbolito espinoso de unos 3-7 m de altura, corteza verde, copa aparasolada y follaje colgante. Las ramillas nuevas son flexibles, péndulas y crecen en zig-zag. Las hojas son alternas, compuestas y dos veces pinnadas, aunque no lo parecen. En realidad, la hoja está formada por un corto raquis principal transformado en espina, sobre el que surgen 2-4 pinnas, o a veces más, de 20-30 cm de longitud, y con numerosas hojuelas diminutas, lineares o estrechamente obovadas, de color verde grisáceo, con el margen entero y dispuestas espaciadamente. En Canarias se considera un árbol siempreverde; sin embargo, las pequeñas hojuelas caen con mucha frecuencia al suelo, por lo que se ha ganado la reputación de ser un ‘árbol sucio’. Tiene una floración muy vistosa, con racimos colgantes formados por numerosas y fragantes flores de color amarillo brillante y con manchitas purpúreas o rojizas. Los frutos son legumbres estrechas y alargadas (de algo más de 10 cm de longitud) que se constriñen entre las semillas. La mayoría de las ellas tienen una o dos semillas, aunque pueden llegar a contener hasta 8. Las semillas son alargadas, muy duras, verdosas con un moteado pardo o púrpura, brillantes y comestibles, de un agradable sabor.
Esta especie de árbol tiene una distribución muy amplia y una población numerosa. Es utilizado como árbol ornamental en plazas, parques y avenidas; tambien se utiliza como cerca viva para evitar el paso de personas o animales.
Según la base de datos ThreatSearch de BGCI (BGCI 2018), esta especie fue evaluada como no amenazada (Gordon 2005, Miller et al. 2013).