Se alimenta básicamente de vegetales
como pastos y plantas herbáceas, así como de cultivos humanos. La actividad como la agricultura, ha ayudado a esta especie a expandirse y colonizar nuevas áreas. En muchos países, los conejos causan una grave erosión de los suelos por el sobrepastoreo y la construcción de sus madrigueras, impactando a especies
nativas (Global Invasive Species Database, 2013).
Es originario del sur de Europa y norte de África
.
Sus poblaciones han sufrido un notable declive en los últimos años dentro de su área original de distribución debido a enfermedades, pérdida de hábitat y mortalidad inducida por el hombre. Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El conejo silvestre ha sido catalogado como especie en peligro debido a las malas prácticas agrícolas y cinegéticas. Es necesario protegerlo en los ecosistemas mediterráneos, presa para otras poblaciones amenazadas.