curucucú barriga amarilla, búho acanelado, lechucita acanelada
Esta pequeña lechuza mide alrededor de 20 cm. Su plumaje dorsal es de color marrón oscuro con motas blancas en las alas y una línea de manchas pardas en las escapulares. Su característica más distintiva son las partes inferiores y la cara de color anaranjado, enmarcadas por un delineado negro en el área facial y una barbilla negra. Sus ojos son de color castaño. Su hábitat y comportamiento es un ave insociable y nocturna, por lo que se conoce muy poco sobre su comportamiento. Esta ave es un depredador que se alimenta principalmente de roedores y otros pequeños mamíferos, complementando su dieta con pájaros e insectos. Su reproducción tiene lugar en bosques de montaña abiertos. Son aves solitarias que solo se juntan para el apareamiento. La hembra deposita sus huevos en cavidades preexistentes en troncos de árboles o palmeras muertas, incubándolos durante unos 28 días. Los polluelos abandonan el nido aproximadamente 35 días después de la eclosión. La vida útil estimada de esta especie es de unos 10 años.
Se distribuye por Argentina; Bolivia; Brasil; Colombia; Ecuador; Paraguay; Perú; Uruguay y Venezuela.
Los siguientes son algunos registros de Aegolius harrisii en Venezuela:
Andes:
Estado Táchira: Cerro El Páramo, Cerro Negro, Cerro El Cobre
Estado Mérida: Páramo El Tamá, Páramo de Piedras Blancas, Páramo de Mucuchíes
Estado Trujillo: Páramo de San Rafael, Páramo de Los Nevados
Estado Lara: Páramo de Cubiro, Páramo de Yacambú
Estado Apure: Páramo de La Neblina, Páramo de Los Santos
Región de Guayana:
Estado Amazonas: Cerro Duida, Cerro Yaví, Cerro Marahuaka
Estado Bolívar: Cerro Roraima, Cerro Autana, Cerro Guaiquinima
Estado Delta Amacuro: Caño Macareo, Río Orinoco
Aegolius harrisii ha sido evaluado por última vez para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en 2016. Aegolius harrisii figura como Preocupación menor.
Pérdida y fragmentación de hábitat, esta lechuza canela se encuentra en una variedad de hábitats, incluidos bosques abiertos, bordes de bosques y crecimiento secundario. Sin embargo, estos hábitats están siendo cada vez más degradados y fragmentados por la tala, la agricultura y el desarrollo urbano. Esto dificulta que las lechuzas canela encuentren presas y lugares para anidar. La caza furtiva se considera otro de los factores de amenazas de la especie, se caza por su carne y sus plumas, que se utilizan en la medicina tradicional. La lechuza canela es una presa popular para los cazadores furtivos. Son vulnerables al envenenamiento accidental. Los pesticidas y otros productos químicos tóxicos que se utilizan en la agricultura y la silvicultura pueden matar a las aves al entrar en contacto con ellas o al comer presas que han sido envenenadas.
No se considera amenazado ni en peligro de extinción. Sin embargo, es importante proteger su hábitat y reducir el uso de pesticidas, que pueden dañar las poblaciones de búhos.