> Herbazales Marinos


Taxonomía

Nombre científico:
Dominio:
Reino:
Filo:
Clase:
Mamíferos, Peces, Con Articulaciones, Sin Articulaciones
Gimnospermas, Algas, Angiospermas
Orden:
Familia:
Género:
Estado de conservación:
En peligro Critico
Nombres comunes:
Herbazales marinos, Herbazal marino, Praderas marinas, Fanerógamas marinas, Pastos marinos y Bosques marinos.

Información

Descripción:
Los Herbazales Marinos están constituidos por plantas vasculares capaces de vivir sumergidas en el agua, están catalogados entre las comunidades más productivas de la tierra (Hatcher et al., 1989). También, son refugios contra la depredación y viveros para numerosas especies de animales, incluyendo camarones, langostas y peces consumibles. Igualmente, el papel de estas Fanerógamas Marinas en la acumulación y estabilización de los sedimentos, evitando la erosión y contribuyendo al mantenimiento de la línea costera, es clave en la preservación de los ecosistemas litorales (Hatcher et al., 1989). La importancia ecológica de los herbazales, especialmente los de (Thalassia testudinum). También está dada porla diversidad de microorganismos que utilizan la superficie de las hojas laminares como hábitat. Son plantas marinas que forman praderas. De hecho, son plantas originarias del medio terrestre que hace decenas de millones de años se adaptaron a vivir en el medio marino. Por este motivo mantienen una estructura compleja, constituida por raíces, rizomas y hojas, y tienen la capacidad de producir flores, frutos y semillas. Este hecho las distingue de otros organismos vegetales marinos menos complejos como las algas. Por tanto, una primera cuestión destacable sobre las Fanerógamas Marinas (desconocida por gran parte de la sociedad) es que son Plantas, NO Algas. También, son: 1) Son productores primarios: al tratarse de organismos fotosintéticos son considerados como valiosos productores primarios ya que producen grandes concentraciones de oxígeno que son liberadas al medio circundante. 2) Fijación de carbono: al fijar un gran porcentaje de dióxido de carbono de forma continua cumplen un rol fundamental con respecto a la mitigación del cambio climático: según investigaciones, las praderas marinas pueden captar y almacenar carbono (Carbono Azul) en sus raíces profundas secuestrando aproximadamente el 10% del carbono de los océanos. A su vez, se estima que puede capturar carbono de la atmósfera hasta 35 veces más rápido de lo que lo hacen las selvas tropicales, tomando en cuenta que tan solo ocupan un 0,2% del fondo marino. 3) Disponibilidad de luz: las hojas de las angiospermas marinas captan sedimentos regulando de esta forma la turbidez del agua, lo que permite que la luz llegue a mayor profundidad y cree un ambiente propicio para el desarrollo de los organismos del lecho marino. 4) Protección de la costa: al amortiguar el movimiento del agua y retener partículas en sus sistemas de raíces y rizomas, reducen la erosión de las costas. 5) Bioindicadores: al tratarse de organismos sésiles y perennes son sensibles a los cambios. 6) Refugio y reproducción de fauna: las praderas marinas proporcionan sitios de refugio a ciertas especies de animales, ya que muchas se ocultan evitando de esta forma la depredación. A su vez, utilizan estas áreas como sitios de reproducción y cría, y, algunas aves migratorias, descansan y se alimentan allí. Las Fanerógamas Marinas son aquellas plantas que presentan flores y, por tanto, también presentarán frutos y semillas en el caso de que sus flores sean fecundadas. Si además estas plantas viven bajo el mar, las llamamos «Fanerógamas Marinas» y «Pastos Marinos». Las Fanerógamas Marinas se asientan sobre fondos blandos de tipo fango – arenoso, aunque también en ocasiones lo hacen sobre zonas rocosas. Están presentes a lo largo de todas las zonas costeras del planeta (a excepción de la Antártida). Se caracterizan porque ocupan grandes extensiones formando auténticas Praderas Marinas o Bosques Marinos con una gran densidad de individuos. Las Praderas Marinas son ecosistemas submarinos formados por plantas angiospermas adaptadas a ambientes estrictamente salinos. Dichas plantas vasculares se encuentran distribuidas por los océanos de casi todo el mundo y actualmente se reconocen unas 66 especies clasificadas en 4 familias. Existen especies exclusivamente marinas como las de las familias Zosteraceae, Posidoniaceae, Cymodoceaceae; y una familia con especies tanto de agua dulce como salada: Hydrocharitaceae. El Pasto Marino está compuesto por una planta marina con flores cuyas hojas forman esas largas praderas de gran densidad situadas en áreas poco profundas que se extienden a lo largo de las costas. Los Pastos Marinos, también llamados Praderas de Thalassia, se encuentran distribuidos por todo el Mar Caribe. Son siete (7) las especies presentes en este ecosistema de las cuales la hierba de Tortuga (Thalassia testudinum) es la más común. Las Praderas de Thalassia se desarrollan en las lagunas que se forman entre las barreras coralinas y la playa o en los bajos arenosos de áreas más protegidas como bahías o estuarios. Requieren para su desarrollo de suelos blandos o fangosos, agua de mar clara y sin sedimentos, salinidad que oscile entre 20 y 45 partes por millón, estar protegidas de la acción directa del oleaje, se pueden desarrollar hasta profundidades de 20 m., se reproducen por rizomas y son muy delicadas en su sistema radicular ya que su deterioro detiene totalmente su crecimiento. En los fondos arenosos las Praderas de Thalassia forman parches de mayor o menor tamaño que junto con otras algas del bentos sirven de refugio a muchas especies marinas como peces, moluscos, el gran Botuto, crustáceos como la Langosta, esponjas, entre otras, incluso las Tortugas Verde (Chelonia mydas) y Carey (Eretmochelys imbricata). Los Bosques Marinos están formados principalmente por algas pardas de gran tamaño y algas de tonalidades rojas y verdes. Pueden llegar a medir hasta 30 m. de altura en su búsqueda de los rayos solares. Son hogar de gran cantidad de organismos de importancia pesquera. En los bosques marinos a poca profundidad, las algas ocupan gran parte de la superficie de los fondos duros. Esta masa vegetal y algunos animales coloniales, como las gorgonias, forman estructuras tridimensionales que crean una multitud de microhábitats. Al igual que en un bosque terrestre, hay comunidades de organismos que se desarrollan a ras del sustrato. Otras están por encima, e incluso algunas sobresalen por su mayor altura. Esta distribución hace que pueda considerarse que los organismos que recubren el fondo marino formen una especie de bosque, que a menudo mide menos de 1 m., de alto. El espacio libre que queda entre las algas del fondo, las pequeñas cavidades y cualquier estructura sólida donde adherirse reúnen las características ambientales adecuadas para que en ellos se instalen animales o incluso otras algas. En estos ambientes boscosos del fondo del mar suele haber una gran variedad de invertebrados. Unos viven unidos al fondo, otros se encuentran encaramados a las algas o bien están por encima de otros animales. Los bosques submarinos que están cerca de la superficie, tienen una agitación continua, ya que reciben la acción de las olas. A medida que se gana profundidad, las corrientes son menos turbulentas y tienen una dirección dominante. Los bosques crecen construyendo estructuras a favor de la corriente para aprovechar el alimento que ésta lleva. Los movimientos de agua más bruscos condicionan a las especies que pueden vivir cerca de la superficie. Ciertas especies de invertebrados que forman colonias grandes, por ejemplo, las gorgonias, pueden representar el papel del estrato arbóreo de los bosques terrestres, pero dentro de los bosques submarinos. Las gorgonias blancas y las rojas pueden llegar a medir½ de longitud. Y sobresalen notablemente del sustrato. En este bosque sumergido tampoco faltan los peces. En él, unos viven permanentemente y otros se acercan para buscar las presas que necesitan para su alimentación. Pero los bosques submarinos no son exclusivos de las zonas con vegetales marinos. más allá de la zona iluminada, los bosques submarinos están constituidos por diferentes especies de corales, gorgonias o esponjas, que pueden formar estructuras de grandes dimensiones. En el fondo, donde ya no llega la luz, no hay algas ni plantas fanerógamas marinas. A estas profundidades, su papel estructural lo hacen los animales sésiles. Si los comparamos, vemos que los vegetales crecen buscando la luz, y los animales sésiles lo hacen buscando su alimento.
Distribución:
Se han reportado para la costa venezolana, a lo largo del margen costanero del Golfo de Cariaco, (Thalassia testudinum), la cual cubre hasta un 70 % del sublitoral. En el resto de las costas del estado Sucre, también abarca un alto porcentaje del sublitoral (Vera, 1992). En el estado Falcón, la distribución de campos de (Thalassia), ha sido reseñada y en varias localidades de la Península de Paraguaná los herbazales de (Thalassia), se encuentran en terrazas litorales rocosas (Carmona y Conde, 1989). En el Parque Nacional Morrocoy hay extensos bancos de (Thalassia), cuyas hojas están cubiertas por una variada epibiota. Uno de ellos está situado en Las Luisas, ha sido descrito detalladamente por (Bone et al., 1998). Se presentan algunos de los sitios donde se han reportado herbazales marinos. A lo largo del margen costanero del Golfo de Cariaco, la (Thalassia testudinum), cubre hasta un 70% del sublitoral. En el resto de las costas del estado Sucre, también abarca un alto porcentaje del sublitoral (Vera, 1992). En Falcón, la distribución de campos de (Thalassia), ha sido reseñada por (Carmona y Conde, 1989). En varias localidades de la Península de Paraguaná los herbazales de (Thalassia) se encuentran en terrazas litorales rocosas (Carmona y Conde, 1989). En el «Sistema de Maracaibo», también se han descrito estas comunidades (Rodríguez, 1973).
Situación:
Actualmente estos ecosistemas están siendo afectados por los dragados y rellenos que generan áreas denudadas, difíciles de recolonizar por la continua resuspensión de sedimentos no consolidados (Hatcher et al., 1989, Bone et al., 1998). Igualmente, la combinación de varios factores naturales puede acrecentar la morbilidad de la especie (Thalassia testudinum). En muchos lugares, buena parte de esta riqueza biológica ya ha desaparecido. Con el paso de los años, los fondos marinos de la plataforma continental se han ido degradando. Se han destruido muchos bosques submarinos y su fauna. En la mayoría de los casos, esto se debe al impacto de las actividades humanas. Muchos de estos ambientes han quedado reducidos a campos yermos con un notable empobrecimiento de las comunidades marinas. Lamentablemente, en muchos lugares, incluso a poca profundidad, los bosques submarinos han desaparecido totalmente. En estos casos, las rocas quedan cubiertas solo por una capa de restos de algas y por pocos organismos. Si no se detienen las causas que provocan su actual degradación, esta situación podría ser completamente irreversible.
Amenazas:
Las principales amenazas a estos ecosistemas son los dragados, rellenos, derrames de hidrocarburos y consiguiente uso de dispersantes, aumentos en la carga de nutrientes de las aguas circundantes y contaminación térmica (Thorhaug 1981, Thayer et al., 1975, Hatcher et al., 1989).
Conservación:
Dado el vacío legislativo en que se encuentran estos ecosistemas en Venezuela, los herbazales marinos están siendo destruidos por el desarrollo de centros turísticos (Vera, 1992). También, son afectados por el incremento en la carga sedimentaria de las aguas, debido a procesos erosivos en las cuencas de los ríos cercanos. La bioacumulación de mercurio en (Thalassia), ha sido reportada en varias localidades (Pérez, 1995).
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