> Arbustales siempreverdes per se


Clasificación

Tipo de Ecosistema:
*** Arbustales ***
Fauna:
Al igual que en los herbazales, el conocimiento existente sobre la fauna de estas comunidades se limita a listas de especies y notas taxonómicas producto de numerosas exploraciones realizadas a las cumbres de los tepuyes y a las tierras bajas guayanesas. Dentro de los grupos mejor conocidos en los arbustales se destacan los anfibios, reptiles y las aves. La fauna de vertebrados asociada a los arbustales es normalmente escasa, dada la pobreza de nutrientes (oligotrofía) que caracteriza esta vegetación. Los grupos más comunes son las aves, anfibios y reptiles; sin embargo, la mayoría de las aves por lo general no habitan permanentemente en estos ecosistemas, sino que los visitan para proveerse de alimento y realizar otras actividades (Medina C. 1992). La herpetofauna asociada a estos ecosistemas en elMacizo del Chimantá ha sido reseñada por Gorzula (1992).
Flora:
Los arbustales siempreverdes per se son un subtipo de la categoría arbustales siempreverdes. Se trata de una comunidad vegetal con predominio de plantas arbustivas que no exceden los 5 m de altura (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). Sus elementos arbustivos se caracterizan porque la sustitución de la masa foliar ocurre gradualmente a lo largo del año, de manera que los arbustos nunca están desprovistos de hojas y sólo una fracción las pierde durante los meses más secos. Su existencia como comunidad natural fue reconocida recientemente en la cartografía vegetal (Huber 1995c, Riina & Huber 2003, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). En las tierras bajas y medias de Guayana son comunidades conformadas por plantas con hojas predominantemente coriáceas (gruesas y rígidas), por lo que reciben el nombre de arbustales esclerófilos siempreverdes [Huber & Alarcón 1988, Huber 1995c, citado por Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010]. Entre sus especies más comunes se encuentran: Humiria balsamifera, Illex divaricata, Emmotum glabrum, Pradosia schomburgkiana, Ormosia macrophylla, Calliandra tsugoides, Biophytum sp., Euphronia guianensis, Bonyunia minor, Ternstroemia pungens, T. crassifolia, Thibaudia nutans y Gongylolepis benthamiana (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010). Existen mucha variabilidad de este tipo de ecosistema, tal como lo cita Riina & Huber (2003), y por ejemplo en la Gran Sabana, entre 800 y 1500 m, se encuentra otro tipo de arbustal esclerófilo de tierras intermedias. Su densidad y altura varíamucho de acuerdo al substrato; sobre la arenisca los arbustos tienden a estar más regularmente espaciados, mientras, sobre suelos arenosos, tienden a agruparse en pequeñas y numerosas islas arbustivas densas que son separadas por áreas de arena desnuda. Las especies dominantes son Euphronia guianensis (Euphroniaceæ), Bonyunia minor (Loganiaceæ), Bonnetia sessilis, Ternstroemia pungens y T.crassifolia (Theaceæ), Clusia spp. (Clusiaceæ), Gongylolepis benthamiana (Asteraceæ), Macairea parvifolia (Melastomataceæ), Humiria balsamifera y Vantanea minor (Humiriaceæ), Ochthocosmus roraimæ, O. attenuatus y Cyrillopsis micrantha (Ixonanthaceæ), Thibaudia nutans, Notopora schomburgkii y Befaria sprucei (Ericaceæ), Spathelia ulei (Rutaceæ) y Byrsonima concinna (Malpighiaceæ).
Clíma:
*** Semiárido, Cálido, Subhumedo cálido, Sub húmedo, Muy húmedo ***
De acuerdo a las características ecológicas, los arbustales guayaneses pueden ser caracterizados como macrotérmicos (en tierras bajas, con temperatura media anual (TMA) >24ºC), mesotérmicos (en tierras intermedias, (TMA 12 – 24 ºC) y submicrotérmicos (en tierras altas o cumbres tepuyanas, tma 6–12ºC) (Riina & Huber, 2003).
Geología:
*** Sedimentarias ***
En general, estos arbustales están asociados a sustratos, tales como suelos arenosos o afloramientos rocosos (arenisca o granito), cuyas condiciones de humedad son en general desfavorables debido a que ambos tipos de sustrato tienen baja capacidad de retención de agua y excesiva desecación. La mayoría de los arbustos han desarrollado sistemas radicales extensos y profundos, los cuales son capaces de alcanzar el nivel freático o el agua que se acumula en las grietas de las rocas.Una excepción la constituyen los arbustales sobre suelos orgánicos (turba), donde las condiciones de humedad son más bien altas, con suelos casi siempre saturados de agua (Riina & Huber, 2003).
Hidrografía:
*** Ríos, Lagunas, Humedal ***
Estado de conservación:
p
Nombres comunes:
*** Arbustales ***

Información

Descripción:
Un arbustal se define como una comunidad vegetal primaria, en la cual la forma de vida arbustiva constituye el elemento ecológico predominante. El estrato arbustivo, de 0,5 a 5 m de alto, es mayormente siempreverde y constituye el compartimiento funcional principal del ecosistema. Un arbusto se define como una planta entre 0,2 a 5 m de alto, con tallos y ramas leñosos o algunas veces subleñosos, con una ramificación predominantemente basal o no ramificada del todo. También, se incluyen plantas mayormente no ramificadas (monopodiales) y a menudo con un solo evento de floración durante su ciclo de vida (monocárpicas), las cuales presentan su follaje o bien distribuido a lo largo de los ejes o concentrado hacia los ápices (Riina & Huber, 2003). Puede encontrase una alta variedad de tipos estructurales, si se las compara con otras comunidades de plantas. Generalmente, los arbustales macrotérmicos y mesotérmicos presentan mayor altura que los tepuyanos o submicrotérmicos, sin embargo, los arbustales de tierras bajas que crecen en la Cuenca del RíoNegro son una excepción al ser el tipo más bajo de arbustal conocido en la Guayana (Huber 1989). Además de la altura, hay que tomar en cuenta la densidad y distribución espacial de los elementos arbustivos. Estos parámetros dependen de las condiciones locales del terreno y pueden ser altamente variables aún dentro de un mismo tipo de arbustal (Huber 1989). Por otro lado, las comunidades arbustivas más densas se encuentran en las cumbres y laderas tepuyanas por encima de 1.500 msnm (Provincia Pantepui, sensuHuber 1994), como aquellas que crecen sobre terrazas rocosas y algunos arbustales paramoides que son virtualmente impenetrables. Otro parámetro importante es el arreglo vertical y la estratificación de los arbustos dentro de un arbustal determinado. Normalmente, pueden reconocerse dos compartimientos: un estrato principal dominante de 1- 3 mde alto, el cual es complementado con un estrato bajo de arbustos dispersos en el suelo, cuyas copas pueden alcanzar hasta 1 m encima del suelo. Es posible encontrar un tercer estrato formado por arbustos emergentes o arbolitos, los cuales poseen una copa, generalmente, pequeña y redondeada que se alza hasta más de 1 m por encima del estrato principal (Riina & Huber, 2003).
Distribución:
Debido a que la gran mayoría de estos arbustales está restringida a ciertos sustratos, su distribución en la Guayana sigue un patrón fragmentado, en islas azonales o parches dispersos dentro de los biomas de bosque o sabana (Riina & Huber, 2003). Básicamente, su distribución se limita a las siguientes áreas : 1) Cuenca media de los ríos Caroní-Paragua, estado Bolívar; 2) Cuenca del Río Caura, estado Bolívar; 3) Tepuyes del norte del estado Amazonas; 4) Piedemonte noroccidental del Escudo Guayanés, no del estado Bolívar; 5) Tierras bajas de las cuencas Sipapo,Atabapo y Guainía, estado Amazonas; 6) Tierras intermedias y altas de los tepuyes del centro y sur del estado Amazonas (Riina & Huber, 2003).
Situación:
Los estimados de superficie de los arbustales siempreverdes per se de 1988 y 2010 difieren de manera sustancial. Esto se debe principalmente a la disponibilidad de imágenes satelitales nuevas y a métodos de interpretación mejorados. Sin embargo, aún es necesario realizar otros estudios de verificación en campo para optimizar la delimitación de las unidades y profundizar el conocimiento de su historia natural. Por lo tanto, los análisis sobre el nivel de amenaza se restringen a los datos de 2010. Tanto en el ámbito nacional como estadal los arbustales siempreverdes per se califican en Preocupación Menor (LC), al no alcanzar los umbrales mínimos de pérdida de funcionalidad ecológica o tamaño de fragmento de los criterios A4 y C2, respectivamente. Sin embargo, en 2010 se reconoce un nivel de intervención de bajo a medio en los dos estados: en un área de 30% de su superficie en Amazonas y 55% en Bolívar. Aunque las modificaciones antrópicas de estos arbustales son relativamente recientes, es importante monitorizarlas para prevenir que alcancen niveles de riesgo superiores (Huber 1995b) (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Amenazas:
Los arbustales presentes en la cuenca del Caroní se encuentran entre las formaciones vegetales más susceptibles a la intervención humana, debido al incremento de los incendios, la tala y la pérdida de suelos por la actividad minera (Huber 1995b, Huber & Foster 2003, Corrales 2004). La altiplanicie de la Gran Sabana es una zona que presenta un alto riesgo de incendio, atribuido primordialmente a la acción premeditada de las comunidades locales (Huber, 1995b, Corrales 2004). Sin embargo, es posible que el control del impacto negativo del fuego requiera el fortalecimiento de las prácticas ancestrales que lo emplean como una herramienta controlada de manejo ecosistémico (Rodríguez 2004, Rodríguez & Sletto 2009). La extracción de la marantacea Ischnosiphon obliquus (yarumo rojo) para obtener su fibra, y que es empleada en la elaboración de artesanía, constituye una amenaza para los arbustales de la Gran Sabana (Huber & Foster 2003). Por otra parte, tanto en Bolívar como en Amazonas la actividad minera no controlada ha generado impactos considerables sobre esta formación vegetal. Ejemplos representativos son los arbustales que rodean el cerro Guaiquinima y los ubicados al sur de la Gran Sabana, donde la acción conjunta de la minería y el crecimiento de los asentamientos humanos asociados, suscitan los más importantes procesos transformadores del paisaje. En Amazonas la destrucción por quemas recurrentes es una de las principales amenazas para su permanencia (Rodríguez, Rojas & Giraldo, 2010).
Conservación:
La mayor parte de las zonas cubiertas por estos ecosistemas se encuentran en áreas protegidas por algún tipo de administración especial (Parque Nacional ,Monumento Natural, Reserva de la Biosfera, etc.), por lo que legalmente se supone que deberían estar fuera de algún tipo de amenaza, lo cual en la realidad no es estrictamente cierto. Las áreas de administración especial donde se presentan estos ecosistemas guayaneses son los parques nacionales Yapacana, Duida-Marahuaca, Serranía de LaNeblina, Jáua-Sarisariñama y Canaima, así como el Monumento Natural Tepuyes y la Reserva de la Biosfera alto Orinoco-Casiquiare, el Monumento Natural «Piedra de Cocui» al suroeste del estado Amazonas y el Monumento Natural «Piedra La Tortuga» al norte del mismo estado, en las cercanías de Puerto Ayacucho (Riina & Huber 2003). Estos ecosistemas han estado protegidos, hasta ahora, por estar distribuidos en un área del país aún poco poblada, debido al poco acceso que existe hacia toda la región en general. Sin embargo, en los últimos años se nota un incremento en el flujo de personas y equipos aun hacia los rincones más remotos de la Guayana, estimulado principalmente por la minería, la hidroelectricidad, el turismo, etc., y aunque la mayoría de los residentes de la Guayana venezolana están aún concentrados en unos pocos pueblos y ciudades, a lo largo de su borde septentrional y nororiental, la población del área va incrementando rápidamente y ya está causando impactos severos sobre el ambiente local (Huber 1995b).
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