Aves, Anfibios, Mamíferos, Reptiles, Con Articulaciones, Sin Articulaciones
Gimnospermas, Angiospermas, Hongos, Helechos
Sabanas del Orinoco, sabanas de mesa disectada
Las sabanas son muy extensas, apenas interrumpidas por estrechas franjas de bosques de galerías y morichales. Los palmares forman a veces mosaicos con las sabanas, en áreas de inundación. El estrato herbáceo de estas sabanas, está dominado por Trachypogon plumosus (o por varias especies de este género, según el enfoque taxonómico), conocido como «paja saeta» y de donde deriva el nombre de «Sabanas de Trachypogon» que se la ha dado a estas sabanas estacionales (Pittier 1948 citado por Silva, 2003).
En algunas áreas de las altiplanicies, la Formación Mesa muy disectada ha originado un paisaje de cerritos que ocupa una extensión considerable, de aproximadamente una quinta parte de la superficie total de esta formación. Estos cerritos, con sabanas
estacionales arboladas dominadas por Trachypogon, se encuentran sobre todo al sur de la localidad de Calabozo, en el estado Guárico y son, ecológicamente, mucho más diversos que las mesas planas, formando patrones intrincados con vegetación boscosa y con sabanas hiperestacionales (Sarmiento 1983 citado por Silva, 2003).
En los Llanos orientales y centrales (estado Monagas, sur de los estados Anzoátegui
y Guárico) se encuentra la región de las altiplanicies, que corresponden a la Formación Mesa. Se trata de altillanuras planas, o suavemente onduladas, con una dominancia de sabanas estacionales cuya cobertura leñosa varía: desde inexistente (fisonomía de pastizal) hasta bastante cerrada (fisonomía de «woodland») (Silva, 2003).
En los Llanos centrales, es frecuente encontrar fisonomías de sabana parque, con islas boscosas que alternan con los elementos leñosos aislados en el pastizal (Silva, 2003).
Estas mesas planas son las más utilizadas de la región de Altiplanicies, principalmente para la ganadería extensiva, aunque también son asiento de una importante explotación petrolera, de actividades agrícolas y de plantaciones forestales (Silva y Moreno 1993, citado por Silva 2003).
La actividad de ganadería extensiva, agrícolas, plantaciones forestales, han cambiado la dinámica de este tipo de sabana. Los efectos indirectos de la actividad petrolera, ha implicado transformaciones importantes del paisaje sabánico que no han sido todavía suficientemente documentadas. Los estudios de impacto ambiental, por su naturaleza, son inéditos o no están a la disposición de los estudiosos. Pero es muy probable que esta industria haya afectado, de manera importante, aspectos tan esenciales para el funcionamiento de dichos ecosistemas como la hidrología, en particular los acuíferos, de cuya extensión y profundidad parece depender la cobertura leñosa de estas sabanas (Medina y Silva 1990 citado por Silva, 2003). Las actividades agrícolas, que incluyen tanto cultivos anuales (maíz, yuca, algodón, granos) como cultivos permanentes (pinos, frutales), han experimentado importantes fluctuaciones (Silva y Moreno 1993 citado por Silva, 2003) sin que se hayan evaluado suficientemente sus consecuencias sobre la estabilidad del ecosistema sabana. Los riesgos de erosión resultantes del uso de estos paisajes deben tomarse en cuenta para el diseño de estrategias de uso (igac 1978, Restrepo y Navas 1982 citado por Silva, 2003).
Las superficies más conservadas ocupan todavía la mayor parte de esta región, sobre todo en Monagas y Anzoátegui. En 1974, fue creado el Parque Nacional Aguaro-Guariquito, ahora con una extensión de 612.150 ha, el segundo en extensión en el país. Este parque comprende una gran extensión de sabanas de las altiplanicies del sur del estado Guárico, con sabanas estacionales arboladas y con «matas», sabanas hiperestacionales y sabanas semiestacionales.