Cuerpo cubierto por piel con una serie la-teral de placas compuesta por 17 o más escudetes, que se inician sobre la región del ano y siguen la línea lateral hacia atrás. Su coloración es oscura en la superficie dorsal y pálida en la ventral. Posee una boca pequeña y subterminal. La espina dorsal y espina pectoral curvas y fuertemente aserradas en su parte anterior y posterior (Schultz 1944, Galvis et al. 1997).
Esta especie se encuentra en la cuenca de Maracaibo, en el occidente de Venezuela y Colombia (Rodríguez-Olarte et al., 2011), y es muy común o abundante en la subcuenca del río Catatumbo. También es común en el lago de Maracaibo, cerca de la desembocadura de los principales ríos de la cuenca.
No existen registros publicados sobre el estado poblacional, ni sobre las tendencias o variaciones estacionales en el tamaño poblacional de esta especie. Se considera abundante y común en partes de su área de distribución, aunque se ve fuertemente afectada por la pesca. Por ejemplo, actualmente apenas existen registros de capturas comerciales de esta especie por parte de las autoridades colombianas; dentro de la Cuenca del Catatumbo, este pez migratorio fue uno de los tres peces más explotados, donde entre 1989 y 1995 representó el 14,5% de la biomasa capturada en la cuenca (Mojica et al., 2012). Además, al sur de la Cuenca de Maracaibo (Venezuela), la especie está sujeta a una importante presión pesquera. Sin embargo, existen pocos datos sobre las tendencias poblacionales generales o las tasas de captura en los últimos años, ya que no se dispone de información sobre los volúmenes de captura desde 2005. Dado el área de distribución moderadamente pequeña, se sospecha que la población de esta especie está disminuyendo lentamente como respuesta a la explotación y la degradación del hábitat.
Al pertenecer a la cuenca de Maracaibo, esta zona es más susceptible a amenazas, principalmente por la pesca comercial, de la cual es un objetivo reciente, mientras que la degradación del hábitat acuático también es prevalente (Mojica et al., 2012). La degradación del hábitat en esta subcuenca se presenta de diversas formas, incluyendo múltiples derrames de petróleo, contaminación por agroquímicos y la carga de nutrientes proveniente de fertilizantes, así como los impactos asociados a la deforestación, como cambios en los niveles de sedimentación, turbidez del agua y pérdida de residuos naturales en los ríos.
Esta especie ha sido señalada por la Lista Roja Nacional de Colombia como especie vulnerable. El programa de manejo del Régimen Especial REM (2007) fue creado conjuntamente por el Parque Nacional Natural Catatumbo Barí y las autoridades públicas, incluyendo al pueblo indígena Motilón Barí, para proteger las regiones de especies amenazadas. Las recomendaciones para la conservación futura incluyen la protección del hábitat y la regulación de la actividad pesquera comercial. Asimismo, una investigación científica más rigurosa sobre la ecología y las tendencias poblacionales de esta especie contribuiría a fundamentar futuras iniciativas de conservación (Mojica et al., 2012).