Es la especie mayor de su género y alcanza entre 40 y 43,5 cm de longitud. Tiene un cuerpo robusto y patas relativamente cortas para un ave zancuda. Tiene amplias alas redondeadas y un pico recto muy largo llega hasta 11,5 cm. Su dorso, cabeza y cuello son rayados y estampados con bordes negro, marrón y castaño, con las plumas formando líneas distintas en su espalda. El vientre es blanco con barras castañas en los flancos. Las plumas de vuelo están bloqueadas, una característica única de esta coica. Las patas son de color verde grisáceo. No se han observado diferencias de plumaje relacionada con la edad o el sexo.
Se encuentra en dos áreas disyuntas, una en Colombia y la otra desde Venezuela a través de Guyana, Surinam y la Guayana Francesa hasta el extremo noreste de Brasil; la raza gigantea se encuentra en el este de Bolivia, el este de Paraguay y el sureste de Brasil, y probablemente también en Uruguay y el noreste de Argentina (del Hoyo et al. 1996).
Se informa que la especie sufre una fuerte presión de caza en la Guayana Francesa y puede ser cazada en toda su área de distribución, siendo aparentemente más fácil de cazar que otras agachadizas simpátricas (del Hoyo et al. 1996, van Gils y Wiersma 1996), aunque no parecen ser cazados en Venezuela (C. Sharpe in litt. 2003). La pérdida de hábitat es presumiblemente una amenaza, al menos en parte de su área de distribución, ya que menos del 5% del cerrado brasileño permanecía en estado virgen en 1988 (Cavalcanti 1988) y la mayor parte de la destrucción se había producido desde 1960 (Collar et al. 1992).
Ha sido evaluada por última vez para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en 2016; figura como de Preocupación Menor.