Se caracteriza principalmente porque es plateada en los costados con una mancha opercular y caudal, tiene forma cilíndrica y presenta una coloración verdosa en el dorso, también puede ostentar manchas rojizas en la parte de arriba del ojo y en las aletas, la aleta adiposa tiene dos presentaciones de colores verdosa o naranjada.
Esta especie fue descrita de Los Micos, extremo norte de la Cordillera Macarena, este de Colombia, 3°20’N, 73°56’W (Myers y Weitzman 1960). Está presente en la cuenca alta del Orinoco (Lima 2003) tanto en Venezuela (Zapata y Usma 2013) como en Colombia (Taphorn et al. 1997). Está ampliamente distribuida en las secciones montañosas y de piedemonte de los afluentes occidentales y septentrionales de la cuenca del Orinoco en la Cordillera Oriental de Colombia, la Cordillera de Mérida y la Cordillera de la Costa Central en Venezuela. Se encuentra en el PNN Tuparro (Mesa et al. 2019), la Zona de Preservación Lindosa (Urbano et al. 2017) y el PNN Macarena (DoNascimiento et al. 2018). También existe un solo registro de Ecuador, pero esto requiere confirmación.
Entre enero y diciembre de 1999, se recolectaron 165 especímenes con redes colgantes, caña y anzuelo en el río Morador (9°2’22”N; 69°26’18”O) (Vásquez-Gamboa et al., 2001). Si bien se dispone de poca información sobre la población de esta especie, se describe que es menos abundante que otras especies en sus hábitats naturales (Wright y Flecker, 2004). Las muestras y los registros en museos indican una reducción histórica en las capturas de esta especie.
La deforestación y los cambios en el uso del suelo en las cercanías de los ríos que habita esta especie provocan la pérdida de restos de madera, lo que puede afectar las tasas de depredación, ya que los bancos de peces, como el Brycon whitei, en aguas abiertas buscan refugio en los restos. Un estudio de Wright y Flecker (2004) demostró una menor cantidad de individuos en zonas sin restos de madera. También es popular en la pesca comercial y deportiva local, aunque se desconoce su impacto.
Actualmente, Colombia aplica una talla mínima de captura de 400 mm y esta regulación fue promulgada en 1981 (Usma et al. 2013). Esta especie parece verse afectada negativamente por la deforestación y la consiguiente falta de restos de madera y, por ende, la pérdida de refugio dentro de sus hábitats. Para reducir los impactos de esto, se deben realizar esfuerzos para minimizar la deforestación ribereña y restaurar los procesos ribereños naturales. La tendencia poblacional y el impacto de la pesca comercial y deportiva en esta especie deben ser un tema de investigación futura. Se encuentra en el PNN Tuparro (Mesa et al. 2019), la Zona de Preservación Lindosa (Urbano et al. 2017), el PNN Macarena (DoNascimiento et al. 2018) y el Parque Nacional Aguaro Guariquito (Venezuela).