Alligator mississippiensis
aligátor americano, caimán del río Misisipi
El caimán americano (Alligator mississippiensis), también conocido como caimán del Mississippi, es un gran reptil cocodrilo que se encuentra en el sureste de los Estados Unidos. Es el reptil más grande de América del Norte y puede crecer hasta 15 pies de largo y pesar más de 1000 libras.
El caimán americano tiene una cabeza ancha y triangular con un hocico corto. Su piel es de color marrón oscuro o negro con una hilera de escamas aquilladas que recorren su espalda. La cola del caimán es larga y poderosa, y la usa para nadar y atacar a sus presas.
Los caimanes americanos se encuentran en una variedad de hábitats, incluidos pantanos, ríos, lagos y estanques. Son depredadores de emboscada que acechan a sus presas, como peces, tortugas, aves y mamíferos. También se sabe que los caimanes buscan comida en la basura.
Se distribuye por los ríos, lagos, pantanos y marismas del sureste de Estados Unidos, desde Carolina del Norte hasta el valle del Río Grande en el sur de Texas. Ocasionalmente se han observado aligátors en la parte mexicana del delta del río Bravo. La persecución humana de que fue objeto en otro tiempo lo ha hecho desaparecer de muchas zonas, y actualmente sólo abunda realmente en el estado de Florida y en menor medida en la desembocadura del río Misisipí. Es una especie protegida en EE. UU., y muchos de los parques nacionales de Florida se crearon en su momento con el fin de preservar sus zonas de caza y anidación
Aunque de hábitos principalmente acuáticos, puede recorrer grandes distancias por tierra en busca de nuevos territorios e incluso galopar a velocidades de hasta 30 km/h durante cortos trechos. Los jóvenes se alimentan de gusanos e insectos acuáticos, mientras que los adultos comen casi cualquier cosa que se mueva: peces, aves, tortugas, roedores e incluso animales de la talla de un ciervo. Los aligátores también matan con frecuencia animales domésticos como perros y gatos que se alejan de la casa de sus dueños. Los ataques al hombre no son frecuentes, pero tampoco excesivamente raros. Desde 1948 se han documentado 275 ataques no provocados en Florida, de los cuales, al menos 17 provocaron la muerte de la persona. Por tanto, cuando se producen ataques casi nunca acaban con la muerte de la víctima. Conviene recordar que los aligátores americanos prefieren evitar al hombre, y que los casos de ataques son casi siempre consecuencia de personas imprudentes que se adentraron en sus zonas de cría. Las hembras son muy protectoras con sus huevos y crías en los primeros días de vida, por lo que no dudan en atacar a cualquier intruso que se acerque
El estado de conservación de esta especie es una medida de la probabilidad de que continúe existiendo en el presente o en el futuro cercano, en vista no solo del volumen de la población actual, sino también de las tendencias que han mostrado a lo largo del tiempo, de la existencia de depredadores u otras amenazas, de las modificaciones previstas en su hábitat
El estado de conservación de esta especie es una medida de la probabilidad de que continúe existiendo en el presente o en el futuro cercano, en vista no solo del volumen de la población actual, sino también de las tendencias que han mostrado a lo largo del tiempo, de la existencia de depredadores u otras amenazas, de las modificaciones previstas en su hábitat