Serpientes excavadoras por excelencia.
Generalmente oscuras.
Se les suelen ver los ojos ocultos tras las escamas transparentes que los recubren.
Poseen glándulas que elaboran una sustancia de olor fuerte y desagradable. Cuando son atacados, especialmente por hormigas, se enrosca y vacía estas glándulas, de manera que su contenido se esparce por todo el cuerpo.
Leptotyphlops macrolepis se encuentra disperso por el Suroeste de Asia, islas del Pacífico, África y en América, desde el Suroeste de los Estados Unidos hasta Suramerica y las Antillas.
En Venezuela se conocen hasta el presente, siete especies.
Panamá, Colombia (incl. Valle del Cauca), Venezuela (Caracas, Puerto Cabello y Cojedes), Guyana, Surinam, Guayana Francesa, Norte de Brasil (Pará, Río de Janeiro), Ecuador.
El estado de conservación del Leptotyphlops macrolepis es Least Concern (preocupación menor), de acuerdo con la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esta clasificación indica que la población de la especie se considera relativamente estable y no existe amenaza inmediata de extinción.
Como la mayoría de las otras especies, está sujeta a algunos factores de amenaza, incluidos la destrucción de su hábitat.
Por lo tanto, aunque el Tarro rajá no está en peligro de extinción, necesita cierto nivel de atención y protección para evitar un mayor deterioro de su población y hábitat.