Su longitud total varía de 225 mm (macho) a 240 mm (hembra). Presenta un disco o máscara facial bordeada de negro por detrás y penachos auriculares pequeños aunque evidentes que puede levantar o replegar como si fueran orejas. Su coloración dorsal es parda con estrías negras y manchitas canelas; por debajo es blanco también con estrías negras y un borrado ondulado con el tono canela difundido en todas partes.
Habita desde Costa Rica hasta Uruguay y todo el norte y centro de la República Argentina (hasta Mendoza, norte de La Pampa y nordeste de Buenos Aires). En apariencia es una especie sedentaria. Se encuentra en selvas, montes naturales y artificiales, sabanas, cerros de hasta 2000 metros sobre el nivel del mar, plantaciones, parques y jardines.
El búho chillón tropical Megascops choliba ha sido evaluado por última vez para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en 2020. Megascops choliba figura como Preocupación Menor.
Pérdida y fragmentación de hábitat: El búho chico común habita en los bosques secos, matorrales y sabanas de América del Sur y Central. Estos hábitats están siendo destruidos y fragmentados por la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano. Esto está reduciendo el espacio vital del búho chico común y dificultando que encuentre alimento y pareja.
Caza furtiva: El búho chico común es una especie fácil de cazar. La caza furtiva es una amenaza importante para la especie, especialmente en áreas donde es común. El búho chico común es cazado por su carne y sus plumas.
Cambio climático: El cambio climático está afectando a los hábitats del búho chico común. El aumento de las temperaturas está provocando la desecación de los bosques y matorrales, lo que dificulta que el búho chico común encuentre alimento y refugio. El cambio climático también está provocando la aparición de nuevas enfermedades y parásitos, que pueden afectar al búho chico común.