> El correlimos de pecho beige o Correlimos Canelo

Calidris subruficollis

Taxonomía

Nombre científico:
Calidris subruficollis
Dominio:
Eukarya
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Aves
Orden:
Charadriiformes
Familia:
Scolopacidae
Género:
Calidris
Estado de conservación:
Casi amenazado
Nombres comunes:
El correlimos de pecho beige o Correlimos Canelo

Información

Descripción:
Ave playera elegante; de aspecto apacible con el ojo grande y la cara uniforme. Pico relativamente corto y patas amarillas medianamente largas. Adultos y juveniles similares, pero los juveniles muestran un patrón nítido escamoso en la espalda. Similar a Baird’s Sandpiper pero con patas más largas y amarillas, y una coloración beige más uniforme que se extiende hasta el vientre. Es más pequeño que Upland Sandpiper y no tiene marcas oscuras en la cara, cuello, y lados. Se reproduce en la tundra Ártica. Durante la migración, se encuentran en hábitats secos como campos arados, granjas con césped y áreas más altas de playas. Invierna en Suramérica.
Distribución:
Es una pequeña ave playera que se reproduce en la tundra ártica de América del Norte y es un migrante de muy larga distancia, pasando la temporada no reproductiva principalmente en América del Sur, especialmente en Argentina.
Situación:
El playero canela Calidris subruficollis ha sido evaluado más recientemente para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en 2016. Calidris subruficollis está catalogado como Casi Amenazado según el criterio C2a(i).
Amenazas:
La especie fue objeto de una intensa caza excesiva a finales del siglo XIX y principios del XX, y, según se informa, descendió hasta casi la extinción de una población que pudo haber ascendido a cientos de miles o millones. Las zonas de reproducción pueden verse afectadas por la pérdida y degradación del hábitat y por contaminantes ambientales (R. Lanctot in litt. 2003).. Anteriormente, las disminuciones actuales se atribuían a la destrucción generalizada y continua de los pastizales en el área de invernada (Lanctot y Laredo 1994, Lanctot 1995)., pero parece haber poca evidencia que respalde esto, aunque los contaminantes ambientales pueden estar desempeñando un papel allí (R. Lanctot in litt. 2003).. La exposición durante la migración a sustancias químicas tóxicas y contaminantes en sus zonas de alimentación agrícola puede representar una amenaza y se está investigando más a fondo (Lanctot 2006, McCarty et al. 2009).Las amenazas a la conservación que enfrenta la especie varían a lo largo del ciclo anual. En las zonas de reproducción, el hábitat se está perdiendo o degradando debido a la producción de energía (extracción de petróleo y gas y desarrollo asociado) y al cambio climático (Lanctot et al ., 2010). El cambio climático también puede estar afectando los parámetros demográficos, pero los efectos generales no están claros. Pueden ocurrir efectos negativos sobre la productividad del Playerito Canela debido al desacoplamiento de la aparente sincronía entre la cronología reproductiva de las aves y la disponibilidad de alimento (Lanctot et al.., 2010). Alternativamente, el cambio climático podría alargar la temporada de crecimiento, brindando flexibilidad a las aves para iniciar o reemplazar nidadas perdidas (aunque esto puede ser más común en las Calidridas que no tienen un sistema de apareamiento lek), así como promover la supervivencia de los polluelos, mejoras que podrían proporcionar un efecto general positivo o neutral (Lanctot et al ., 2010). Durante la migración, los playeros canela pueden verse afectados negativamente por las instalaciones de energía eólica en las Grandes Llanuras/Medio Oeste del centro de los Estados Unidos y en las zonas costeras del Golfo de México (Lanctot et al .., 2010). La vegetación corta que requiere la especie se está perdiendo a través del manejo de pastizales nativos para vegetación media a alta, una reducción en el tamaño de las unidades de pastizales intactos y la conversión de pastizales o pastos nativos a la agricultura y otros desarrollos humanos (Lanctot et al .., 2010). La conversión agrícola podría alterar la disponibilidad de presas y aumentar la exposición a pesticidas y herbicidas. Sin embargo, hay pocos o ningún dato cuantitativo disponible que sugiera que las aves que utilizan hábitats alterados por el hombre hayan alterado sus capacidades migratorias, hayan reducido sus tasas de supervivencia o hayan afectado cualquier otro rasgo demográfico mensurable. El cambio climático también puede afectar a la especie durante la migración al aumentar la gravedad de las tormentas sobre el Atlántico occidental, lo que podría afectar directamente las tasas de supervivencia de los juveniles, que utilizan predominantemente esta vía durante la migración hacia el sur (Lanctot et al., 2010 ) . En el área de distribución no reproductiva, el playero canelo está amenazado por la conversión de pastizales históricos en agricultura, plantaciones madereras, minas y lugares turísticos. Los ganaderos también están “mejorando” los pastos plantando vegetación exótica con una estructura vegetal diferente que parece ser menos preferida. Estas mejoras frecuentemente implican aplicaciones de fertilizantes y otros contaminantes que pueden afectar negativamente a la especie. Los playeros de pecho beige también son vulnerables a los cambios en el manejo de los ranchos que reducen los niveles de pastoreo y dan lugar a pastizales con vegetación alta. Por último, el cambio climático puede provocar un aumento del nivel del mar y mayores precipitaciones, que inundarán muchas zonas bajas utilizadas por la especie durante la temporada no reproductiva.
Conservación:
Apéndices I y II de la CMS. Se han celebrado varios simposios, el más reciente en 2015, para identificar acciones prioritarias para la conservación de la especie. En 2010 se preparó un plan de conservación para la especie que enumera acciones prioritarias para la especie (Lanctot et al ., 2010). Se están llevando a cabo estudios de campo intensivos en Texas y Nebraska, y se está llevando a cabo un estudio de seguimiento en toda su área de distribución para documentar las rutas migratorias y los lugares clave de parada, reproducción e invernada. En Argentina, Brasil, Uruguay y Bolivia se están llevando a cabo una gestión intensiva de pastizales y conservación de sitios.
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