El Ermitaño Barbudo Colibandeado
Colibrí escaso que se parece a un ermitaño. Busca por un parche beige en la base del cuello, los destellos blancuzcos en la cola y un pico bastante largo y ligeramente decurvado. El patrón de la cara es algo difuso, pero nota el bigote blancuzco y la línea pálida detrás del ojo.
Es nectarívoro y se alimenta del néctar de flores de Heliconia, Costus y plátano. También se sabe que come insectos. El macho es menos agresivo que otros colibríes territoriales. El nido tiene forma de copa y está hecho de fibras vegetales adheridas a 2-4 m de altura en la parte inferior de una Heliconia o, a veces, de la hoja de un plátano. La hembra suele poner e incubar dos huevos blancos.
Se encuentra en el sotobosque y los bordes de los bosques primarios y los bosques secundarios antiguos, y también en los matorrales, matorrales y plantaciones semiabiertos. En elevación varía desde el nivel del mar hasta los 1200 m (3900 pies).
El ermitaño barbudo colibandeado es nativo de Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, panamá, Colombia, Ecuador, y Venezuela.
Es un ave común y no se considera amenazada. Sin embargo, es vulnerable a la pérdida y fragmentación de su hábitat.
Factores que afectan su existencia.
• Degradación del hábitat: Debido a la presión de actividades humanas como la tala de árboles y la agricultura, el hábitat del ermitaño barbudo colibandeado se ha visto muy reducido.
• Cacerías y tráfico ilegal: Esta especie es cazada periódicamente por sus colores vibrantes, por lo que es víctima del tráfico ilegal.
• El clima: El cambio climático también ha afectado su existencia.
• Contaminación: La contaminación de los alrededores de la zona de vuelo de estas aves también puede afectar su supervivencia.