jaguar, yaguar, tigre mariposo, tigre americano, mádo (Yekuana), toobe (Warao), kaikusé/kamicharai/tümennen/wayamoikö (Pemón), panemé (Yaruro), öla/tuliapata (Sanema), buo jäwi (Piaroa), jkyo yëwi” (Jodi), sebraaba (Bari), ironasi (Yanomami)
El jaguar es el mayor de los félidos americanos y el tercero del mundo, después del tigre y el león. Tiene un cuerpo robusto, una cabeza ancha, garras delanteras grandes, patas cortas y macizas, y una cola larga y anillada. Su color más común va de amarillo pálido a rojizo, con manchas negras de diferentes formas que forman rosetas o anillos alrededor de puntos más claros. El vientre es blanco o claro con manchas gruesas. Algunos individuos pueden tener una coloración melánica, que los hace parecer negros con manchas más oscuras. El patrón de manchas es único para cada individuo.
El jaguar se distribuye desde el extremo sur de Estados Unidos hasta el norte y noreste de Argentina, abarcando 18 países en América. En Venezuela se encuentra en casi todo el territorio nacional, excepto en las zonas áridas y muy pobladas. Se le puede hallar desde la sierra de Perijá hasta la península de Paria, pasando por los llanos occidentales y orientales, la cordillera de los Andes, la depresión del lago de Maracaibo, la cordillera de la Costa y la región sur del Orinoco.
El jaguar está clasificado como una especie vulnerable a nivel global, y en Venezuela se estima que hay entre 6.000 y 7.000 individuos distribuidos en diferentes ecosistemas, principalmente en la Amazonía, los Llanos y el sur del lago de Maracaibo. Sin embargo, el jaguar enfrenta diversas presiones como la pérdida y fragmentación de su hábitat por la deforestación, la expansión agrícola y ganadera, la minería ilegal y la construcción de infraestructura; la cacería furtiva por conflictos con el ganado y el comercio ilegal de sus partes; y la disminución de sus presas naturales por la sobreexplotación y la competencia con especies invasoras. Estos factores ponen en riesgo la supervivencia a largo plazo del jaguar y su papel ecológico como depredador tope.
Las principales amenazas que enfrenta el jaguar son:
– La pérdida y fragmentación de su hábitat por las actividades humanas que reducen su espacio vital y sus fuentes de alimento.
– La caza furtiva por su valor comercial como trofeo o como parte de la medicina tradicional.
– El conflicto con los humanos por el ataque al ganado o a las mascotas domésticas, lo que provoca represalias o medidas preventivas que pueden acabar con su vida.
– La disminución de sus presas por la sobreexplotación o la competencia con otros depredadores introducidos o nativos.
– La contaminación ambiental por el uso de agroquímicos o metales pesados que afectan su salud y su reproducción.
– El cambio climático que altera sus patrones de comportamiento y migración.
El jaguar está calificado como especie casi amenazada por la UICN y como vulnerable por el Libro Rojo de la Fauna Venezolana. Su número está en declive debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat por la deforestación, la agricultura, la ganadería y la minería; la caza furtiva por su piel y sus colmillos; el conflicto con los humanos por el ataque al ganado; y la disminución de sus presas por la sobreexplotación. Se estima que quedan entre 15 mil y 30 mil individuos en toda su distribución, de los cuales unos 2 mil se encuentran en Venezuela.