> Lagartija Anadia de Paria

Anadia pariaensis

Taxonomía

Nombre científico:
Anadia pariaensis
Dominio:
Eukarya
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Reptiles
Orden:
SQUAMATA
Familia:
GYMNOPHTHALMIDAE
Género:
Anadia
Estado de conservación:
Vulnerable
Nombres comunes:
Lagartija Anadia de Paria

Información

Descripción:
Lagartija de tamaño pequeño, el ejemplar más grande conocido posee 21,5 cm de longitud total y 8,7 cm de longitud hocico-cloaca, cuerpo alargado con cabeza puntiaguda, escama nasal sencilla en contacto con la escama rostral, sin acanaladuras debajo de la narina. Presenta escamas prefrontales fusionadas más largas que anchas, la más interna de forma triangular y de menor tamaño que las dos externas, sin embargo este carácter es variable. Su cuerpo tiene 70 hileras de escamas dorsales (el mayor número registrado para este género), 33 hileras de escamas ventales y presenta 11 poros femorales (Rivas et al. 1999). Puede ser de color gris uniforme o llevar una banda dorsolateral clara a cada lado del tronco sobre un fondo marrón, las cuales parten de las supranasales o frontonasales hasta la base de la cola donde se fusionan. La garganta, cuello y parte anterior del vientre es de color crema. La parte posterior del vientre y extremidades, al igual que la ventral de la cola, es de un tono crema sucio, excepto esta última, que es grisácea en su área distal (Rivas et al. 2012a).
Distribución:
Anadia pariaensis es endémica de Venezuela, específicamente de la península de Paria en el estado Sucre, reportada solo en dos localidades, una en el río Tacarigua a 470 m de altitud, dentro de los límites del parque nacional Península de Paria, y otra a 800 m de altitud en la vertiente sur de Cerro Humo, fuera de los límites del parque nacional, ambas con vegetación de bosque húmedo premontano, con una temperatura anual que varía entre 18 y 24 °C y una precipitación anual promedio de 1.100 a 2.200 mm. Las restantes especies de este género (Anadia blakei, Anadia marmorata y Anadia steyeri), que habitan al norte del país están restringidas igualmente a este tipo de bosque (Rivas et al. 1999).
Situación:
Solo se conoce por dos ejemplares, el holotipo, un juvenil, de sexo no determinado sobre el cual se describió Anadia pariaensis en 1999 y un segundo individuo macho adulto coleccionado posteriormente (Rivas, G. A. et al. 1999, Rivas, G. A. et al. 2012b). Un tercero perteneciente a esta especie fue observado en la vertiente sur de Cerro Humo a principios de 2015 (G. A. Rivas obs. pers.). La escasez de los registros en la zona sugiere que puede ser poco abundante. No existen datos adicionales sobre su biología, ecología y estatus poblacional. Las especies más cercanas geográficamente son Anadia blakei y Anadia marmorata, ambas presentan un número inferior de escamas dorsales y ventrales, menor longitud total y patrones de coloración diferentes a Anadia pariaensis (Rivas et al. 1999). Morfológicamente esta especie guarda relación con Anadia escalerae, animal de las tierras bajas y medias del Escudo Guayanés en Venezuela y Guyana, con la cual podría estar emparentada filogenéticamente (G. Rivas obs. pers., Kok et al. 2013).
Amenazas:
El Parque Nacional Península de Paria está expuesto a varias amenazas, entre ellas, la agricultura de conuco, la extracción ilegal de madera y la cacería. Sin embargo, el gran problema de este parque, así como de otros del sistema nacional de áreas protegidas, es la falta de presencia institucional, recursos financieros y personal adecuado para su manejo. Otras dificultades vienen dadas por la carencia de un plan concreto de planificación territorial que permita la coexistencia entre las comunidades y el parque. A todo ello se suma la casi absoluta falta de investigación que impide la aplicación de criterios apropiados de conservación a sus ecosistemas.
Conservación:
Se recomienda incrementar con urgencia la presencia institucional en la zona, bien sea de instituciones científicas de carácter público o privado, así como también de aquellas con jurisdicción y responsabilidades en la administración y protección del parque nacional. Urge generar propuestas de carácter de ordenación territorial para la zona, y avanzar hacia la consolidación del parque nacional Península de Paria a través de la elaboración de su Plan de Ordenamiento y Reglamento de uso, la demarcación de sus linderos y la asignación de más personal y recursos financieros. Se recomienda también la urgente aplicación de iniciativas concretas que aborden el tema de la pobreza en las comunidades rurales aledañas a las zonas protegidas. Por último, se sugiere incentivar el estudio de los aspectos ecológicos prioritarios de especies endémicas como Anadia pariaensis a través de un programa de financiamiento a la investigación.
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