> Manatí del Orinoco

Trichechus manatus Linnaeus, 1758

Taxonomía

Nombre científico:
Trichechus manatus Linnaeus, 1758
Dominio:
Eukarya
Reino:
Animalia
Filo:
Chordata
Clase:
Mamíferos
Orden:
SireniaIlliger, 1811
Familia:
TrichechidaeGill 1872
Género:
TrichechusLinnaeus 1758
Estado de conservación:
en peligro critico
Nombres comunes:
Manatí antillano,manatí del Caribe

Información

Descripción:
Sirénido corpulento que mide alrededor de tres metros y pesa entre 500 y 600 kg. Tiene un aspecto pisciforme, como un torpedo grueso, con aletas anteriores a manera de remos y una cola redondeada en forma de espátula. Todos estos rasgos son adaptaciones evolutivas de la especie al medio acuático. El dorso, la cabeza y el vientre son de color pardo grisáceo. Los manatíes son herbívoros obligados que se alimentan de más de 60 especies de plantas acuáticas tanto en agua dulce como salada. El pasto marino es un alimento básico en la dieta del manatí, particularmente en las áreas costeras. Además, cuando la marea está lo suficientemente alta, también se alimentan de hierbas y hojas. Los manatíes normalmente pastan durante cinco o más horas por día, consumiendo entre el 4 % y el 10 % de su peso corporal en vegetación húmeda por día, aunque la cantidad exacta depende del tamaño de su cuerpo y nivel de actividad. Debido a que los manatíes se alimentan de plantas abrasivas, sus muelas a menudo se desgastan y se reemplazan muchas veces a lo largo de su vida, por lo que se ganan el apodo de “muelas marchantes”. Los molares son de forma similar, pero de diferentes tamaños. Los manatíes no tienen incisivos; estos han sido reemplazados por placas gingivales córneas
Distribución:
Trichechus manatus se distribuye desde el sur de los Estados Unidos hasta la desembocadura del río Amazonas, en zonas costeras del mar Caribe y noreste de Suramérica, en las Antillas Mayores, en los ríos Sinú, Cauca y Magdalena en Colombia (Eisenberg 1989, Lefebvre et al. 1989, O’Shea et al. 1986, Emmons 1990, Reynolds y Odell 1991, Trujillo et al. 2013). En Venezuela, hay poblaciones en el lago de Maracaibo, en el río Orinoco medio, bajo y en el delta, en Turuépano y caño La Brea, estado Sucre (Mondolfi 1974, Correa-Viana y O’Shea 1987, O’Shea et al. 1988, Correa-Viana et al. 1990, Castelblanco Martínez et al. 2005, Manzanilla Fuentes 2007, Ministerio del Ambiente 2007, Castelblanco Martínez et al. 2009, Lasso et al. 2010, Hoyt 2011, Rivas Rodríguez et al. 2012, Rodulfo 2012). Aunque no parece existir una población residente en las costas venezolanas, se ha reportado su presencia en Puerto Cabello, en la costa de Barlovento, y en la península de Paria (O’Shea et al. 1988, Boher et al. 1991, Boher y Porras 1991, Hoyt 2011).
Situación:
Era más común en el pasado, y ha sido en gran medida la cacería lo que ha ocasionado su disminución (Project Mermaid 1992). Humboldt la señalaba como una especie abundante en los ríos Orinoco, Meta y Apure (Mondolfi 1974). Sin embargo, muchas poblaciones locales se han extinguido o han sufrido reducciones drásticas. En el lago de Maracaibo la situación es grave, pero se ha reportado un importante núcleo poblacional en el norte (Correa-Viana y O’Shea 1987, Correa-Viana et al. 1990, Manzanilla Fuentes 2007, Boede 2012). La cuenca del río Orinoco y sus adyacencias atlánticas del delta y del golfo de Paria constituyen el hábitat más extenso de su distribución mundial y hay evidencias de su presencia en esta zona (O’Shea et al. 1988, Lefebvre et al. 1989, Project Mermaid 1992, Castelblanco Martínez et al. 2005, Castelblanco Martínez et al. 2009, Hoyt 2011, Rivas Rodríguez et al. 2012, Rodulfo 2012). En el caño La Brea, podría encontrarse una de las mayores poblaciones de la especie, además se determinó la presencia de núcleos poblacionales en el Orinoco medio, bajo, desembocadura del río Caura y en el delta del Orinoco (Project Mermaid 1992, Bermúdez et al. 2004, Castelblanco Martínez 2004, Castelblanco Martínez et al. 2005, Castelblanco Martínez et al. 2009, Rivas Rodríguez et al. 2012, Rodulfo 2012). A escala global se le considera Vulnerable de extinción (IUCN 2014). En Colombia se cataloga En Peligro Crítico (Rodríguez-Mahecha et al. 2006, Trujillo et al. 2013).
Amenazas:
Extracción ilegal del hábitat para comercio ilegal de especies, caza ilegal por consumo de carne conflicto con pescadores, la fragmentación de hábitat por desvio de cauces, contaminación de las aguas con metales pesados por actividades mineras ilegales, prácticas de carreras y actividades fuera de borda pueden lastimar ejemplares con as hélices y con los botes, entre otras causas, una nueva amenaza es la captura ilegal
Conservación:
Se encuentra incluida en el Apéndice I de la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (CITES 2014). En Venezuela, además de estar amparado por la Ley de protección a la fauna silvestre, desde 1978 se dictaron medidas especiales para evitar su cacería, que se ratificaron como veda indefinida en 1996 y posteriormente fue declarada Especie en Peligro de Extinción (Venezuela 1970, Venezuela 1978, Venezuela 1996a, Venezuela 1996b). Se desconoce si las subpoblaciones que se encuentran en el lago de Maracaibo, caño La Brea, golfo y península de Paria, Orinoco medio, bajo y su delta, puedan garantizar la permanencia de poblaciones viables en el largo plazo. Desde 1992, se ha recomendado a las autoridades nacionales proteger al caño La Brea bajo la figura de parque nacional o refugio de fauna, puesto que el área se encuentra dentro de la Reserva Forestal de Guarapiche (Mondolfi 1995). Se debe mencionar una nueva alternativa de conservación ex situ, de un programa de cría en cautiverio, que llevan a cabo dos zoológicos venezolanos (Boede 2012, Boede et al. 2013, Ovalle y Silva 2013). Igualmente, es importante insistir en el desarrollo de investigaciones básicas sobre la distribución, abundancia y tendencias poblacionales de la especie, además de realizar actividades de educación ambiental y reforzar las labores de guardería y control. El manejo de la Reserva de Biosfera del Delta de Orinoco representa un gran reto para la restauración y protección de la población existente (Mondolfi 1995, PNUMA 1995, Rodríguez y Rojas-Suárez 2008, Rodulfo 2012).
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