ortiga de mar de la costa este, ortiga del Atlántico o ortiga de mar
La Ortiga de mar (Chrysaora quinquecirrha), también conocida como aguamala cubomedusa o cubomedusa llano, es una especie de medusa venenosa que se encuentra en las aguas tropicales y subtropicales del Océano Atlántico, incluido el Mar Caribe. En Venezuela, se puede encontrar a lo largo de la costa, desde el Golfo de Paria hasta Falcón.
La Ortiga de mar tiene una campana gelatinosa transparente en forma de cubo, que puede crecer hasta 20 cm de diámetro. Tiene cuatro tentáculos largos y delgados, que pueden extenderse hasta 2 metros de longitud. Los tentáculos están cubiertos con cnidocitos, que son células urticantes que contienen veneno. El veneno de la Ortiga de mar puede causar picaduras dolorosas, que pueden provocar síntomas como dolor, enrojecimiento, hinchazón, náuseas y vómitos. En casos raros, la picadura de una Ortiga de mar puede ser mortal.
En Venezuela, la Ortiga de mar se ha reportado a lo largo de la costa, desde el Golfo de Paria hasta el Golfo de Venezuela. Es común en aguas superficiales cerca de la costa, bahías y estuarios.
Su distribución en Venezuela:
Región: Se encuentra principalmente en el Mar Caribe venezolano, incluyendo el Golfo de Paria, Golfo de Triste, Archipiélago Los Roques, Isla de Margarita, archipiélago de Morrocoy, Golfo de Venezuela y la ensenada de La Restinga.
Habita en aguas superficiales costeras, bahías, arrecifes coralinos y manglares.
Puede ser común en ciertas épocas del año, especialmente durante la temporada de lluvias.
Se han reportado avistamientos en varias zonas de Venezuela, incluyendo el archipiélago Los Roques, Morrocoy, Chichiriviche, Isla de Margarita y el Parque Nacional Mochima.
La ortiga de mar (Chrysaora quinquecirrha), también conocida como aguamala aguaviva o látigo del mar, es una especie de medusa Scyphozoa común en las aguas del Atlántico occidental, incluyendo las costas de Venezuela.
Si bien las medusas son parte importante del ecosistema marino, la ortiga de mar puede representar una amenaza para los humanos y la actividad pesquera debido a su picadura venenosa. A continuación, se detallan algunas de las amenazas que esta especie representa en Venezuela:
Picadura venenosa:
La ortiga de mar posee tentáculos urticantes que contienen nematocistos, células que liberan toxinas al contacto con la piel. Estas toxinas pueden causar dolor intenso, enrojecimiento, inflamación, náuseas, vómitos y, en casos raros, reacciones alérgicas graves.
Impacto en la pesca:
Las ortigas de mar pueden dañar las redes de pesca y afectar la calidad de la captura.
Su picadura puede afectar a los peces capturados, haciéndolos menos comercialmente viables.
Amenazas para el turismo:
La presencia de ortigas de mar en las zonas costeras puede disuadir a los turistas de nadar o realizar actividades acuáticas, impactando negativamente el turismo.
Factores que aumentan las amenazas:
El cambio climático y la contaminación marina pueden contribuir a la proliferación de medusas, incluyendo la ortiga de mar.
La sobrepesca puede alterar el equilibrio del ecosistema marino, favoreciendo la aparición de medusas.
Conservación:
La ortiga de mar no se encuentra en ninguna categoría de amenaza según la Lista Roja de la UICN.
Sin embargo, las poblaciones pueden verse afectadas por la contaminación del agua, la sobreexplotación pesquera y la destrucción del hábitat.