Mide 16,5 cm y pesa 28 g. Tiene la cresta erizada y ojos amarillos. Hay un fuerte dimorfismo sexual. El macho es negro barrado de blanco por arriba; corona negra, muchas veces con blanco semioculto; nuca y lados de la cabeza más estriados. Por abajo, es blanco barrado de negro. La hembra es canela vivo por arriba con la nuca y lados de la cabeza estriados de blanco sucio y negro; por abajo es pardo anaranjada. Es más pequeño y con el pico ganchudo y menos grueso que el de Cymbilaimus lineatus; la maxila es negruzca, la mandíbula es gris azulado, y las patas son plomizas. El macho juvenil es barrado ante y negro tiznado por encima y por debajo, no tan bien definido como el de los adultos. La hembra juvenil es similar a las adultas pero más o menos barrada con un negro tiznado por encima y tiznado.
Se le encuentra en México; Guatemala; Belice; Honduras; El Salvador; Nicaragua; Costa Rica; Panamá; Colombia; Venezuela; Trinidad y Tobago; Guyana; Surinam; Guayana francesa; Brasil; Ecuador; Perú;Bolivia; Paraguay y Argentina
Habita una diversidad de ambientes: florestas tropicales y subtropicales húmedas de baja altitud, sabanas secas y cerrados, montes y matorrales húmedos y secos, jardines y áreas urbanas y rurales habitadas y florestas altamente degradadas Generalmente abajo de los 1500 m de altitud.
Thamnophilus doliatus ha sido evaluado más recientemente para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en 2020. Thamnophilus doliatus figura como de Preocupación Menor.
Pérdida y fragmentación del hábitat: La principal amenaza para el batará barrado es la pérdida y fragmentación de su hábitat boscoso debido a la deforestación, la agricultura, la ganadería y la expansión urbana. Esto reduce la cantidad de áreas disponibles para que las aves se alimenten, aniden y críen a sus polluelos.
Caza: En algunas regiones, el batará barrado es cazado por su carne o para el comercio ilegal de mascotas. La caza excesiva puede reducir las poblaciones locales y afectar la estructura de las comunidades de aves.
Uso de pesticidas: Los pesticidas utilizados en la agricultura pueden afectar la cadena alimentaria del batará barrado, ya que eliminan los insectos de los que se alimentan. Los pesticidas también pueden ser tóxicos para las aves y afectar su salud reproductiva.
Cambio climático: El cambio climático puede afectar la distribución y abundancia del batará barrado, ya que altera los patrones climáticos y la disponibilidad de recursos en su hábitat. Las temperaturas más cálidas y las sequías más frecuentes pueden reducir la productividad de los bosques y afectar la supervivencia de las aves.