Allobates pittieri (La Marca, Manzanilla, & Mijares-Urrutia, 2004)
Sapito venenoso de franjas de Pittier
Especie tipo del grupo con pequeño tamaño , 1.8cm a 2,1cm, coloración base prada clara a negruzca con una franja pardo oscura lateral, al igual que el grupo de los sapitos niñera, los adultos llevan los huevos y los renacuajos en el dorso.
Esta especie es endémica de Venezuela. Habita entre los 150 y 1700 metros sobre el nivel del mar en la Cordillera de la Costa y la Cordillera de Mérida en los estados de Falcón, Lara, Aragua y Carabobo. Es endémica del norte de Venezuela, de donde se la conoce en la Cordillera Costera de Venezuela y la parte noreste de la Cordillera de Mérida. Su localidad tipo se encuentra en el Parque Nacional Henri Pittier. La especie se encuentra desde tierras bajas húmedas hasta bosques montanos bajos, generalmente muy cerca de ríos y arroyos donde se reproduce.
No se han estimado el tamaño ni las tendencias de la población, pero esta especie parece ser muy común en los bosques ribereños de las laderas norte de la Cordillera de La Costa, cerca de la estación biológica Rancho Grande en el estado Aragua (La Marca et al. 2004) y Cerro Zapatero en el estado Yaracuy (Lotzkat 2007).
La pérdida o degradación de parte de su hábitat es la principal amenaza actual para esta especie, particularmente fuera de las áreas protegidas (La Marca 2006). En la parte norte de la Sierra de Portuguesa (Cordillera de Mérida), la destrucción y fragmentación del hábitat para la agricultura en pequeña escala (incluido el café) y la contaminación del hábitat por pesticidas son los principales impulsores de la destrucción del hábitat. En la parte costera de su área de distribución, los incendios y el desarrollo turístico descontrolado amenazan sus hábitats dentro y cerca de las áreas protegidas. Sin embargo, estas amenazas sólo afectan a una pequeña proporción de sus hábitats. Además, la quitridiomicosis podría presentar una amenaza potencial, ya que se han detectado varios descensos enigmáticos de otros anfibios simpátricos en la Cordillera de la Costa y algunos de ellos dieron positivo para Batrachochytrium dendrobatidis (Nicolás 2007; Rodríguez-Contreras et al. 2008).