tangara dorada, grano de oro, tangara pechicastaña
La especie T. arthus fue descrita por primera vez por el ornitólogo francés René-Primevère Lesson en 1832 bajo el mismo nombre científico; su localidad tipo es: Caracas, Venezuela. En promedio mide 13,5 cm de longitud y pesa 22 g. La corona, frente, zona loreal, cuello, pecho y abdomen color amarillo dorado, las alas con franjas negras, rectrices y alrededor del pico y la orejas de color negro. La subespecie T. arthus presenta una banda color castaño cruzando el pecho, vientre y la cara inferior de las alas. La subespecie T. a. aurulenta es color amarillo más claro. Su dieta está conformada por insectos que busca en las ramas de los árboles y frutos, principalmente bayas y melastomáceas.
La subespecie nominal es endémica de Venezuela, donde se distribuye desde los Andes del oeste (Mérida), hacia el este por las montañas del norte y la cordillera de la Costa hasta Miranda. El grupo de subespecies agrupado en aurulenta se distribuye desde el extremo noroeste de Venezuela, hacia el sur por las tres cadenas de los Andes colombianos, en ambas pendientes de Ecuador, este de Perú, hasta el oeste de Bolivia (oeste de Santa Cruz).
Esta especie generalmente es común en sus hábitats naturales: los bosque húmedos montanos y sus bordes, entre los 900 y los 2000 m de altitud, más numerosa por debajo de los 1500 m.
La Tangara arthus no está actualmente en peligro de extinción, pero su situación es preocupante. Las amenazas que enfrenta la especie podrían llevarla a la extinción si no se toman medidas para protegerla.
Es importante continuar con las acciones de conservación para asegurar la supervivencia de la Tangara dorada a largo plazo.
Las principales amenazas para la Tangara arthus son la deforestación y la pérdida de su hábitat natural. Los bosques de los Andes están siendo talados para la agricultura, la ganadería, la extracción de madera y el desarrollo urbano,
tales actividades humanas, como la minería, la construcción de carreteras y la contaminación, también pueden degradar el hábitat de la Tangara dorada sumado a esto el cambio climático que altera su habitad y podría tener un impacto negativo en su población, la cacería y trafico ilícito.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la Tangara arthus se encuentra en estado de Preocupación Menor. (LC)
Esto significa que la especie no está actualmente en peligro de extinción, pero sí podría estarlo en el futuro si las amenazas que enfrenta continúan.