Tortuga olivácea o golfina
Es la más pequeña de las tortugas marinas. Los adultos pueden alcanzar hasta 72 cm y en Venezuela se han registrado caparazones de más de 70 cm. Su peso oscila entre 35 y 50 kg. Su caparazón redondeado es de color verde oliva o grisáceo y posee entre cinco y nueve pares de escudos laterales que pueden tener un conteo diferente a cada lado. Su cabeza es triangular, de unos 13 cm de ancho con dos pares de escamas prefrontales. Una característica exclusiva de esta especie es la presencia de un poro en cada escudo inframarginal. Sus aletas son relativamente cortas en comparación con las de otras especies y tiene dos uñas en cada una, aunque en adultos a veces se pierde una. Es carnívora y se alimenta de peces e invertebrados marinos pelágicos o bentónicos, como salpas, moluscos, crustáceos y erizos, entre otros.
Se distribuye en todos los mares tropicales y subtropicales del mundo. En el Atlántico occidental, la anidación es escasa y está restringida a tres poblaciones importantes en Surinam, Guayana Francesa y Brasil; en el mar Caribe, incluyendo a Venezuela, no se ha confirmado el desove de esta especie. La gran mayoría de los reportes de capturas incidentales se localizan en las Guayanas, Trinidad y Tobago, y Brasil y en menor proporción en el occidente de nuestro país y Colombia. En Venezuela se han capturado hembras provenientes de Surinam en los estados Sucre, Anzoátegui y Nueva esparta y en aguas adyacentes a la isla La Tortuga, los archipiélagos Los Frailes y Los Testigos, así como también en el borde de la frontera con Colombia. Hacia el centro y occidente del país los registros son escasos en los estados Miranda, Falcón y Zulia.
A nivel global Lepidochelys olivacea se encuentra en la categoría Vulnerable (VU A2bd). Al no constatarse la anidación en Venezuela, se puede inferir la situación poblacional a partir de la Unidad Regional de Manejo (URM) del océano Atlántico occidental, a la cual pertenecen los individuos que se alimentan en aguas venezolanas, y donde las dos colonias anidadoras más importantes son las de Surinam-Guyana Francesa y Brasil. Su tiempo generacional se ha estimado en 20 años; siguiendo los criterios UICN (2012a), el análisis para Surinam, Guyana Francesa y Brasil indica entre -63 y 2% de disminución poblacional, consistente con análisis previos. Se cree que su captura incidental en la pesquería industrial de arrastre en Surinam y Guayana Francesa sea la principal causa de la disminución poblacional desde los años setenta, aunque las redes de ahorque y otros métodos de pesca también la afectan. En Venezuela, Lepidochelys olivacea era la especie menos afectada por la pesquería de arrastre que cesó en 2009, pero es afectada por las pesquerías artesanales incidentales y dirigidas en una de sus áreas de mayor presencia: el golfo de Paria, la región nororiental y el golfo de Venezuela. La tendencia poblacional negativa en la URM, conjuntamente con el impacto de las pesquerías artesanales permite asignarle la categoría En Peligro (EN A2d).
En la región del Atlántico occidental la principal causa de disminución ha sido la captura incidental en diversas pesquerías, que afectan a esta especie caracterizada por presentar hábitos tanto oceánicos como costeros. La pesca ocurre sobre todo frente a la costa de las Guayanas y se ha mencionado que en estos países la captura incidental es «el problema más grande aún no abordado en la conservación de las tortugas marinas». En Venezuela se han registrado capturas incidentales y varamientos en las pesquerías artesanales e industriales en la vertiente norte de la península de Paria, el golfo de Paria y en los estados Miranda y Falcón. En el golfo de Venezuela se ha reportado la interacción de ejemplares con pesquerías artesanales, tanto en redes de pescadores indígenas, como en líneas de palangre. El registro de capturas incidentales y varamientos la ubica sin avistamientos en 2008 hasta un máximo de dos observaciones cada año entre 2009 y 2013; en ese período, algunas de las tortugas vivas se liberaron y las áreas de captura son consistentes con las documentadas en los estados Zulia, Falcón, Sucre y Nueva esparta. Una de las tortugas registradas en Sucre tenía en su cavidad oral una sustancia oleosa compatible con aceite o gasolina, con olor característico a derivados de hidrocarburos. En la isla de Margarita se ha reportado la presencia de fibropapilomas en esta especie.
Al igual que las otras cuatro especies de tortugas marinas, Lepidochelys olivacea está protegida por la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres, el Anexo II del Protocolo relativo a las áreas y flora y fauna silvestres especialmente protegidas en la Región del Gran Caribe y la Convención interamericana para la protección y conservación de las tortugas marinas (CIT), entre otros. Desde 2009, la pesca de arrastre industrial en el país está prohibida. Estudios interdisciplinarios en las zonas geográficas de mayor captura incidental, la región nororiental, incluyendo los golfos de Paria y de Venezuela, favorecerían la comprensión de su dinámica poblacional tanto a escala nacional, como regional. Es de gran importancia fomentar proyectos que desarrollen técnicas de mitigación de la captura incidental en las pesquerías artesanales y que acoplen un componente de sensibilización y concientización de los diferentes actores involucrados. A este fin y considerando la CIT, la coordinación entre el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo (MINEC) y el Instituto Socialista de la Pesca y Acuicultura (INSOPESCA), es absolutamente prioritaria, incluyendo además al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), a las universidades nacionales y a las instituciones conservacionistas. Casos aislados de varamientos en el estado Zulia han permitido identificar la presencia de patologías asociadas a las interacciones con las pesquerías y además, determinar hábitos alimenticios de esta especie en la región. En fecha reciente se autorizó un centro de recuperación, rehabilitación y reinserción de fauna silvestre en el estado Zulia, el cual beneficiará a todas las especies presentes en el golfo de Venezuela.