Alga filamentosa, erecta. Talo terete, 2 cm de longitud; color verde pálido.
Calcificación leve. Ramificación verticilada. Estructura sifonal.
Endémica de Venezuela. Se distribuye en los estados Falcón (PN
Morrocoy: Tucacas, Cayo Animas; Punta Varadero, Adícora, Tumatei, Puerto Escondido, Cabo San Román), Miranda (Higuerote), y en el Territorio Insular Miranda (Archipiélago Los Roques: Cayo María Guaipe) [2,3,4,5,6]. Crece sumergida en sustrato arenoso coralino en praderas de Thalassia testudinum Banks & Sol. ex K.D. Koenig y en arrecifes coralinos.
La población de esta especie se encuentra profundamente
fragmentada y su cobertura es reducida en todos los puntos de su distribución. Es susceptible a los cambios de temperatura del agua y tiende a desaparecer cuando el ambiente presenta elevadas tasas de sedimentación.
Su hábitat está sometido a una incesante intervención humana lo cual representa su principal factor de amenaza.
No hay medidas específicas para la protección de la ficoflora presente
en el país. Se encuentra en áreas protegidas pero este hecho no garantiza su conservación.
Es necesario inventariar y hacer seguimiento de las subpoblaciones para documentar su
comportamiento dentro de su área de distribución.