Es un árbol muy variable en sus caracteres según la exposición y naturaleza del suelo, a veces no pasa de ser un mero arbusto de 2 a 3 metros de alto, otras veces se hace árbol de hasta 25 m de alto, con troncos de 30 a 40 cm de diámetro en la base.
Las hojas son compuestas, imparipinnadas, alternas, de 10 a 20 cm de largo. Foliolos alternos, en número de 11 a 17, oblongos, aovado-oblongos o elípticos, redondeados y emarginados en el ápice, cuneados a redondeados en la base, cortamente peciolados, pubérulos en la etapa juvenil, glabros con el tiempo, con puntos translúcidos, verde-oscuros en la cara superior y pálidos en la inferior.
Las flores son blancas, pequeñas, agrupadas en racimos axilares hacia el extremo de las ramas, de 7 a 10 cm de largo, más cortos que las hojas; raquis pubescente.
Es un árbol de América Tropical continental distribuido desde México hasta Colombia, Venezuela y Trinidad. Es nativo de las tierras bajas y de medianas elevaciones, en bosques húmedos o muy húmedos de los trópicos americanos, a menudo se encuentra en condiciones semiáridas.
Es el árbol emblemático del estado Anzoátegui.
El cereipo se puede utilizar como árbol ornamental en avenidas, parques, plazas y como árbol de reforestación de las áreas secas. La planta a veces se cultiva para dar sombra y ayudar a conservar el sueloLa madera, aunque es difícil de trabajar, adquiere un buen pulimento, por su dureza y durabilidad, se puede usar para fabricar vigas, viguetas y para obras de interior. El fruto contiene una resina de olor fuerte y un tanto desagradable. En la medicina casera se emplea, según Pittier, en la curación del pasmo, del tétano, de las afecciones reumáticas.
actualmente no está experimentando ninguna amenaza importante y no se han identificado amenazas futuras significativas.
Se evaluó más recientemente para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) en 2018; figura como Preocupación menor.
En Venezuela está especie se encuentra amenazada debido a la explotación como planta ornamental y la destrucción de su hábitat, apareciendo así en el Libro rojos de la flora venezolana.