Coccocarpia erythrocardia
El talo de C. erythrocardia es crustáceo, lo que significa que forma una costra sobre el sustrato. Su coloración puede variar, pero comúnmente es de un tono grisáceo o verdoso, y a menudo presenta un aspecto granular o ligeramente escamoso.
Los apotecios, las estructuras reproductoras, son discoidales y pueden ser sésiles o ligeramente pedunculados. A diferencia de otras especies, los apotecios de C. erythrocardia suelen ser de un color rojo intenso o marrón rojizo, lo que le da su nombre específico (erythrocardia significa “corazón rojo”).
C. erythrocardia tiene una distribución geográfica muy amplia, encontrándose en diversos continentes. Su capacidad para adaptarse a diferentes condiciones ambientales ha contribuido a su éxito en colonizar una gran variedad de hábitats.
C. erythrocardia desempeña un papel importante en los ecosistemas, similar a otras especies de líquenes. Contribuye a la formación del suelo, estabiliza el sustrato y sirve como alimento para diversos organismos. Además, es un bioindicador de la calidad del aire, lo que lo convierte en una herramienta valiosa para monitorear la salud de los ecosistemas.