Este útil árbol, de tronco retorcido, de corteza cuarteada, de copa
extendida, a manera de amplio paraguas, es uno de los pocos
árboles capaces de crecer en los terrenos secos y arenosos de
gran parte del Edo. Falcón.
Es en esos lugares, a veces inhóspitos, donde brinda su sombra al hombre, al ganado e incluso a la fauna silvestre. Sus frutos, de alto valor proteico, son muy cotizados por los animales. La madera también se utiliza para postes de cercas, carpintería rural y para algunos trabajos de ebanistería. Por poseer gran cantidad de tanino, la madera y la corteza se usan para curtir pieles.
Árbol originario de América Central y norte de América del Sur, es común zonas áridas de Norte América aunque se ha extendido hasta algunas regiones áridas y semiáridas de Centro y Sudamérica (hasta Perú).
Es una especie pantropical y crece de manera silvestre en los bosques tropicales caducifolios. Se ha propagado en África y Asia para cultivar el mezquite por sus usos múltiples y su adaptación al clima árido.
Es el árbol emblemático del estado Falcón
Prosopis juliflora ha sido evaluada más recientemente para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en 2022. Prosopis juliflora figura como de Preocupación Menor.
Amenazas en su área de distribución nativa:
Sobrepastoreo: El pastoreo excesivo de ganado puede dañar los árboles de mezquite, lo que los hace más susceptibles a enfermedades y plagas.
Deforestación: La tala de árboles para la agricultura, el desarrollo urbano y otros fines puede reducir el hábitat natural del mezquite y fragmentar sus poblaciones.
Cambio climático: El cambio climático puede provocar sequías, inundaciones y otros eventos climáticos extremos que pueden dañar o matar los árboles de mezquite.
Enfermedades y plagas: El mezquite es susceptible a una serie de enfermedades y plagas que pueden dañar o matar a los árboles.
Amenazas en áreas donde ha sido introducido:
Invasión: En áreas no nativas, el mezquite puede convertirse en una especie invasora, formando densos matorrales que desplazan la vegetación nativa. Esto puede alterar los ecosistemas y reducir la biodiversidad.
Agotamiento del agua: El sistema de raíces profundo del mezquite puede acceder a las reservas de agua subterránea, lo que puede reducir la disponibilidad de agua para otras plantas y usos humanos.
Alelopatía: Algunos estudios sugieren que el mezquite puede liberar sustancias alelopáticas que inhiben el crecimiento de otras plantas, alterando aún más el equilibrio del ecosistema.