Mamita de caballo, Tapara de caballo
Árboles siempreverdes, densamente tomentoso-estrellados. Pecíolos con
pulvínulo en los extremos; láminas foliares coriáceas. Flores con sépalos filiformes, lineares
a oblongos. Estambres 20-27, filamentos crema tornándose púrpura en senescencia. Frutos
bacciformes, piriformes a esféricos.
Se distribuye en Colombia y Venezuela. En el país solo
se conoce del estado Lara, en el municipio Torres, en los caseríos Buena Vista y Los Tunalitos,
cerca de Curarigua. Crece en terrenos pedregosos de arbustales xerófilos espinosos
(cardonales y espinares), entre 650 y 700 m snm.
La extensión de su presencia es menor de 20 km.
Su hábitat
ha venido deteriorándose por el incremento de asentamientos rurales y urbanos, así como por
el impacto de la ganadería caprina. Además, al ser considerada como planta venenosa, los
moradores de los caseríos cortan los árboles cercanos a las viviendas para salvaguardar la vida
de sus habitantes, principalmente los niños, ya que el fruto es llamativo.
No existen medidas específicas para la conservación de esta especie. Se
requiere hacer una pronta evaluación de su población para elaborar un plan de conservación.