Árbol de pequeño a mediano, generalmente con ramas expandidas, lanosas cuando jóvenes. Hojas anchas y elípticas a oblongas de 4,5-11 cm de largo y 2-5,5 cm de ancho, redondeadas en la base, agudas a abruptamente apiculadas en el ápice. Vena media plana en la haz, lanosa; venas primarias 6-8 pares, delgadas; pecíolo 8-16 mm de largo. Estípulas caducas, lineares, membranáceas. Flores de 4-4,5 mm de largo, única o en pequeños grupos sobre las ramas primarias y secundarias cortas. Fruto oblongo de 11 cm de largo por 5 cm de ancho, epicarpo verrugoso,4 y el fruto encierra una sola semilla grande. La madera de color marrón claro o rosado grisáceo, a veces oscureciéndose al exponerse, y con vetas de goma de color marrón rojizo oscuro, largas, anchas y prominentes. De crecimiento lento, es un árbol de vida larga5 y se propaga por semillas.
Hay una serie de medidas que se pueden tomar para conservar Licania pyrifolia, incluyendo:
Aumentar la conciencia sobre la importancia de la especie y la necesidad de conservarla.
Desarrollar técnicas de cultivo mejoradas para facilitar el cultivo de la especie.
Establecer reservas naturales y áreas protegidas para proteger la especie de la pérdida de hábitat.
Involucrar a las comunidades locales en la conservación de la especie, proporcionando incentivos para que protejan los bosques donde se encuentra la especie.
Es una especie de crecimiento lento y es difícil de cultivar, lo que la ha hecho vulnerable a la pérdida de hábitat. Otras amenazas para Licania pyrifolia incluyen la tala ilegal, la deforestación y el fuego.