Mide de 22 a 24 cm de longitud y pesa en promedio 40 g. Su pico delgado y curvo, tiene 51 mm largo; es de color cuerno parduzco, con la base del maxilar fusca. Presenta corona y nuca de color negruzco, con listas crema; los lados de la cabeza lucen más notorio el rayado negruzco y crema; el dorso y las coberteras de las alas castaño cálido con finas listas anteadas a lo largo del raquis de las plumas.
Se distribuye de forma disjunta desde el extremo sur de Nicaragua, por Costa Rica, Panamá, noreste de Colombia y noroeste de Venezuela, a lo largo de los Andes del oeste de Colombia, hacia el sur por Ecuador, hasta el norte de Perú.
ha sido evaluado por última vez para la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN en 2020. Campylorhamphus pusillus figura como Preocupación menor.
Pérdida de hábitat: La principal amenaza para el Cucarachero Común es la pérdida de su hábitat natural. La deforestación masiva para la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano fragmenta y destruye los bosques donde habita. Esto reduce la disponibilidad de alimentos, refugio y sitios de nidificación, impactando negativamente la reproducción y supervivencia de la especie.
Degradación del hábitat: Actividades como la tala selectiva, la quema de bosques y el uso de agroquímicos pueden degradar la calidad del hábitat del Cucarachero Común. Esto reduce la diversidad de recursos alimenticios y afecta la capacidad de la especie para prosperar.
Cambio climático: El cambio climático puede alterar los patrones de precipitación y las temperaturas, impactando la disponibilidad de agua y alimentos en los hábitats del Cucarachero Común. El aumento de las sequías, por ejemplo, podría limitar su acceso a recursos vitales.
Persecución humana: Aunque no es una amenaza generalizada, en algunas zonas el Cucarachero Común puede ser perseguido por agricultores debido a su hábito de alimentarse ocasionalmente de frutas cultivadas. Esto puede impactar a poblaciones locales de la especie.
Competencia interespecífica: La introducción de especies exóticas como las ratas y las aves domésticas puede competir con el Cucarachero Común por alimento y sitios de nidificación. Esto puede llevar a una disminución en su población o cambios en su comportamiento.
Para proteger al Cucarachero Común y su hábitat, se pueden implementar las siguientes medidas:
Creación y expansión de áreas protegidas: Las áreas protegidas brindan un refugio seguro para las especies amenazadas y ayudan a conservar su hábitat natural.
Desarrollo de prácticas forestales sostenibles: Las prácticas forestales sostenibles reducen el impacto de la tala y la degradación del hábitat, permitiendo la coexistencia del Cucarachero Común con las actividades humanas.
Monitoreo de las poblaciones: El monitoreo continuo de las poblaciones del Cucarachero Común ayuda a evaluar las tendencias poblacionales, detectar posibles amenazas emergentes y tomar medidas de conservación adecuadas.
Educación ambiental: La educación ambiental sobre la importancia del Cucarachero Común y su papel en el ecosistema puede generar conciencia y apoyo para su conservación entre la población local.