Cuerpo y cola escualiformes; morro largo, puntiagudo con 2 crestas cartilaginosas, produciendo un disco alargado y triangular; disco más largo que ancho; punta del morro no aplanada y expandida, si hay tubérculos son redondeados y aplanados, no cónicos; un gran espiráculo inmediatamente detrás de cada ojo; aperturas branquiales en la parte inferior; nostrilos grandes, de longitud 1/2 del ancho de la boca; 2 aletas dorsales de igual tamaño, la primera detrás de las pélvicas; una fila de espinas a lo largo del dorso; aleta caudal grande, sin lóbulo inferior.
Superficie dorsal verde oliva a marrón o rojo, ocasionalmente con manchas más oscuras y puntos color crema del tamaño del ojo; superficie inferior amarillenta.
El pez guitarra chola se encuentra en forma irregular en el centro-oeste y suroeste del océano Atlántico, desde Quintana Roo, México, hasta Paraná, Brasil (Schmitter-Soto et al. 2000, Last et al. 2016). Puede encontrarse más al sur, hasta Mar del Plata, Argentina, pero es posible que se trate del pez guitarra brasileño (Pseudobatos horkelii) (Last et al. 2016).
No existen estimaciones de tamaño o tendencia de la población a nivel de rango. El nivel de presión pesquera intensa y no gestionada en la costa caribeña de América Central y del Sur lleva a sospechar una fuerte reducción de la población. Las pesquerías artesanales son intensas en gran parte de la costa atlántica de América del Sur, y hay pesquerías de arrastre y palangre comerciales en gran parte no gestionadas en muchas áreas. En el Caribe colombiano, las pesquerías artesanales están muy extendidas y carecen de gestión, y también hay una pesquería de arrastre de camarón en aguas poco profundas para la cual las poblaciones han colapsado (P. Mejía-Falla y A. Navia, datos no publicados, 2018); en la actualidad, no está claro cuánto esfuerzo pesquero, si es que hay alguno, todavía se está realizando en esta pesquería. En Venezuela, las pesquerías comerciales y artesanales son intensas, carecen de gestión y han exhibido picos en las capturas seguidos de disminuciones, lo que indica una sobrepesca secuencial (Mendoza, 2015). Las pesquerías de peces de fondo en la plataforma Brasil-Guyanas ya estaban completamente sobreexplotadas en 2000; Estas pesquerías utilizan múltiples artes de pesca, abarcan múltiples especies y son multinacionales, y los barcos cruzan fronteras marítimas nacionales (Booth et al., 2001). A pesar de algunos cierres de áreas y la implementación de una captura total permisible de especies objetivo, ahora hay un menor esfuerzo y un menor número de barcos en operación como resultado de la disminución de las capturas (Diop et al., 2015).
El pez guitarra chola es objeto de pesca comercial y artesanal en toda su área de distribución y/o se captura incidentalmente. Las artes de pesca incluyen redes de arrastre demersales, redes de cerco de playa, redes de enmalle y trasmallos. Estas pesquerías no están gestionadas en toda su área de distribución y en algunas áreas son intensas. Por ejemplo, en Colombia, esta especie es una de las más comúnmente capturadas tanto en pesquerías artesanales como comerciales (Acevedo et al. 2007, Grijalba-Bendeck et al. 2007). En el norte de Brasil, varios elasmobranquios se han reducido de manera alarmante debido a la sobrepesca (Lessa et al. 2016, Reis-Filho et al. 2016). Es probable que algunas partes de su área de distribución estén sufriendo una degradación del hábitat debido al desarrollo costero y la contaminación (Gonçalves-Silva y Vianna 2018).
No existen medidas de conservación ni protecciones específicas para esta especie. Se necesitan más investigaciones sobre la distribución, el tamaño y las tendencias de la población, y las amenazas. Todas las pesquerías deben ser monitoreadas para detectar capturas incidentales a nivel de especie. Para conservar la población y permitir la recuperación, se requerirá un conjunto de medidas que pueden incluir la protección de las especies, la gestión espacial, la mitigación de las capturas incidentales y medidas de gestión de la captura y el comercio (incluidas las medidas de comercio internacional). La aplicación efectiva de las medidas requerirá capacitación y desarrollo de capacidades constantes (incluso en el área de identificación de especies). Se necesita un monitoreo de las capturas para ayudar a comprender las tendencias de la población e informar sobre la gestión.