Leptodactylus validus Garman, 1888
Se trata de una especie terrestre y nocturna que se encuentra en bosques húmedos, bordes de bosque y ecotonos de transición entre bosques de galería y sabanas o llanuras aluviales de morichales (es decir, comunidades dominadas por palmeras moriche, Mauritia flexuosa; Acosta Galvis y de Sá, 2018). Los individuos suelen encontrarse cerca de las riberas de arroyos, barrancos sombreados y cuevas. También se puede encontrar en praderas, pastizales, bordes de caminos en parques y patios rurales. Se adapta bien a hábitats alterados. La especie se reproduce en cuerpos de agua como arroyos y zanjas de drenaje, y las larvas se desarrollan en estos humedales.
Leptodactylus pallidirostris ha sido sinonimizado bajo esta especie por Yanek et al. (2006). Los registros de la Guayana Francesa, que anteriormente se consideraban pertenecientes a L. pallidirostris (ahora L. validus), se obtuvieron por error y ahora se han asignado a L. nesiotus (A. Fouquet, comunicación personal, 2017).
Esta especie se conocía previamente solo en las islas de las Antillas Menores de San Vicente y Bequia (bancos de San Vicente y Granada) y Granada, y se encontraba ampliamente distribuida en las islas continentales de Trinidad y Tobago, desde el nivel del mar hasta cerca de 730 m s.n.m. Tras la designación de Leptodactylus pallidirostris (Heyer, 1994) como sinónimo de esta especie (Yanek et al., 2006), su área de distribución ahora incluye Venezuela, Guyana (Cole et al., 2013), Surinam (Ouboter y Jairam, 2012) y el estado de Roraima, Brasil. Además, un análisis más detallado de un gran número de especímenes de los Llanos Orientales de Colombia, muchos de los cuales fueron identificados erróneamente como L. colombiensis, reveló la presencia de esta especie, ampliando así su distribución a Colombia (Acosta y de Sá 2018, Mueses-Cisneros y Caicedo-Portilla 2018, Acosta-Galvis 2018, Acosta-Galvis et al. 2018, Blanco-Torres et al. 2019). Se encuentra hasta los 1700 m s. n. m.
Si bien algunos trabajos recientes (Yanek et al. 2006, Camargo et al. 2009) presentan evidencia inicial de que L. validus se originó en el continente y se introdujo en las Antillas Menores con la llegada temprana de los humanos, el origen de las subpoblaciones de las Antillas Menores aún es objeto de debate. Estas ranas no son polizones hábiles y no es probable que hayan sido introducidas intencionalmente por los amerindios, por lo que, aunque el marco temporal se ajusta al asentamiento humano de las islas, las introducciones mediadas por humanos no necesariamente se siguen (R. Powell, comunicación personal, 2020).
Es una especie común en la mayor parte de su área de distribución. Se presume que su población es estable.
Parece haber pocos motivos para esperar que su población esté bajo amenaza inmediata dada su tolerancia a las áreas perturbadas.
Catalogada como de Preocupación Menor en vista de su amplia distribución, presunta gran población y adaptabilidad a una amplia gama de tipos y calidades de hábitats. Acciones de conservación implementadas
Su área de distribución se superpone con muchas áreas protegidas.