Scinax manriquei Barrio-Amorós, Orellana and Chacón, 2004
Este taxón habita bosques premontanos y montanos con un bajo grado de perturbación, así como hábitats perturbados con vegetación secundaria. Se le ha encontrado sobre la vegetación que rodea cuerpos de agua artificiales, como tanques de agua, zanjas y sobre pastos altos a lo largo de senderos. Se encontraron hembras con huevos oviductales el 17 de julio de 1985 (143 huevos) y el 8 de abril de 1982 (456 huevos), que corresponden al final de la temporada de lluvias y los meses más húmedos del año en el norte de Venezuela respectivamente. También se le ha observado dentro de bromelias y heliconias. Se escucha a los machos cantando en julio, octubre y noviembre (La Marca 2004, Barrio-Amorós et al. 2004). Esta especie está asignada al clado Scinax ruber, pero no a ningún grupo de especies (Faivovich et al. 2005). Scinax flavidus y Scinax manriquei fueron descritas casi simultáneamente, y aunque La Marca (2007) consideró a S. flavidus como sinónimo senior, posteriormente Barrio-Amorós et al. (2010) mostraron evidencia sobre la antigüedad de Scinax manriquei sobre Scinax flavidus (Frost 2020). Mencionada como Scinax sp. 2 en Colombia por Nieto-Castro (1999).
Esta especie se conoce de los Andes venezolanos (Cordillera de Mérida y macizo de Tamá en los estados Mérida y Táchira respectivamente), y de Colombia adyacente (Departamento Norte de Santander), entre 600 y 1.800 m s. n. m. (Barrio-Amorós et al. 2004, La Marca 2004). La presencia de esta especie en ambos flancos de la Cordillera de Mérida (vertientes de Maracaibo y Orinoco), sugiere que su distribución geográfica es más amplia a lo largo de la Cordillera de Mérida (Barrio-Amorós et al. 2004, La Marca 2004). Su extensión estimada de ocurrencia es de 14.208 km2.
En Venezuela, parece ser localmente común. La especie fue observada en 1999 y 2000 en algunas localidades de la Cordillera de Mérida, Venezuela (Barrio-Amorós et al. 2004). Si bien la tendencia poblacional es incierta, no hay indicios de disminuciones importantes de la población a pesar de la disminución continua de la extensión y la calidad del hábitat en partes de su área de distribución.
Las principales amenazas para este taxón en Venezuela son la pérdida de hábitat debido a la deforestación para el desarrollo urbano, los incendios forestales provocados por el hombre y la agricultura, principalmente las plantaciones de café. La presencia de la rana toro Lithobates catesbeianus en ciertas localidades de la Cordillera de Mérida sería una amenaza adicional para las subpoblaciones de esta especie. En Colombia, la infección por Batrachochytrium dendrobatidis (Bd) se ha detectado en varias especies de anfibios del Parque Nacional Natural Tamá y potencialmente podría estar afectando también a este taxón (Acevedo et al. 2016). Sin embargo, el efecto de Bd sobre esta especie sigue siendo incierto.
Se la cataloga como Casi Amenazada porque, aunque su extensión de ocurrencia (EOO) es de 14.208 km2 y hay una disminución continua en la extensión y calidad del hábitat en partes (< 50%) de su área de distribución (lo que hace que la especie califique como Vulnerable según el criterio B1), se observa que: 1) la especie es común, 2) no hay indicios de una disminución importante de la población ni signos clínicos de enfermedad, y 3) es tolerante a algunos niveles de perturbación del hábitat. Si se observa un aumento en la extensión e intensidad de cualquiera de sus amenazas, nuevas amenazas o disminuciones de la población en el futuro cercano, esta especie calificaría para ser reevaluada como Vulnerable, o en un nivel más alto de amenaza. Las medidas de conservación recomendadas son el fortalecimiento de la gestión de áreas protegidas y una mayor investigación sobre la ocurrencia y prevalencia de Batrachochytrium dendrobatidis y el monitoreo de la población.
Acciones de conservación en marcha
Se sabe que esta especie se encuentra en áreas protegidas como el Parque Nacional Chorro El Indio en el estado Táchira, Venezuela (UICN y PNUMA-WCMC 2020). Esta especie está catalogada como de Preocupación menor (LC) en la Lista Roja de Fauna de Venezuela (Rodríguez et al. 2015).
Conservación necesaria
Aunque parte de la distribución de esta especie se encuentra dentro de un parque nacional, se necesita una gestión del área para abordar algunas amenazas.
Investigación necesaria
Se necesita investigación para determinar su distribución geográfica, tamaño de la población, requisitos de hábitat y amenazas. Se recomienda realizar investigaciones sobre la presencia y prevalencia de Bd en otras subpoblaciones de esta especie y la vulnerabilidad de la especie a la enfermedad causada por este hongo, y monitorear las disminuciones asociadas con esta amenaza.